Es la hora de cambiar el discurso anacrónico y mentiroso lleno de odios que revive en cada contienda electoral que es capaz de atentar contra amistades y dividir familias. es el momento oportuno de hacer sinergia entre las comunidades, gobiernos locales y gremios para generalizar las bondades y beneficios del buen gobierno fundado en el valor, las habilidades y la creatividad de nuestra gente acompañados de los inconmensurables recursos que se encuentran en el seno de nuestra bendecida tierra. es la oportunidad histórica para revelarnos contra el centralismo político que nos ha encerrado en un lastre social, el cual nos ha cegado los ojos del futuro con un manto de desigualdad, hambre y pobreza forjado por el centenario desdén de la fría capital.
Es ahora el momento para desenmascarar a esos pocos mercenarios sociales que se esconden tras infamias, denuncias sin fundamento y quejas destruyendo nuestra dignidad, la cual han vendido por encima de la vergüenza de nuestra sangre a un precio que solo los ha beneficiado a ellos como lo hiciera Judas con nuestro señor, hechos que han destruido con infamias las conquistas que algunos aguerridos guajiros, luchadores y capaces habían logrado para el bien común. es hoy y ahora el momento desaparecer del imaginario colectivo la división xenofóbica de guajiros del norte y del sur, así mismo, el pensamiento de informalidad laboral y social que hizo metástasis en nuestros pueblos haciendo creer a nuestros coterráneos que somos ciudadanos de tercera categoría frente la nación. Llegó la oportunidad de cambiar la percepción de fracaso frente al desarrollo de proyectos de emprendimiento, laborales e innovadores desde nuestras tierras.
Dios y la historia nos acompañen en la decisión de enfrentarnos al Leviatán que nos arrinconó en la caverna del rezago social en el cual nos hemos escondido con nuestras necesidades, honra y sueños. Vemos con claridad la oportunidad de cambiar el rumbo al que nos habíamos resignado. Reescribiremos un nuevo futuro con el apoyo de los miles de guajiros que nos hemos preparado para esta transformación con la fe y el amor de ver nuestros hijos crecer en condiciones inmejorables de salud y educación, con ambientes propicios para el emprendimiento generador de riqueza formal y estable, con la tranquilidad de recorrer cada rincón mágico de nuestra exuberante geografía arriesgando el único temor de querer perpetuar ese momento y con la certeza que la solución no es aislarnos de la nación sino la de reclamar nuestros derechos.
Estamos listos y confiados de que podemos lograrlo, desechando los errores pasados y buscando la unidad de los corazones guajiros que confían en que las letras de la Dama Guajira de Marín y la Princesa de los Benditos Versos sea grande, respetada y libre como lo ansía nuestra patria.
