Estados Unidos se paraliza cada vez que Jimmy Fallon, el niño terrible de la televisión, sale en la televisión. Es el Letterman de la segunda década del siglo XXI. Cada semana se presentan artistas como U2, The Rolling Stones o Miley Cyrus y para ellos representan un empujón en sus carreras aparecer allí. El pasado miércoles 1 de agosto el paisa J Balvin se convirtió en el primer artista colombiano en aparecer en su show. El éxito fue tan grande que Balvin se atrevió a sacar a Fallón de su sillón de presentador para que se pusiera a hacer los pases de las canciones Mi Gente y X. Evidentemente Fallon, de música latina, no tiene ni idea, menos de bailarla, pero lo intentó:
El artista, que se presenta este 3 de agosto en el Estadio El Campín en un concierto que promete romperla, es una de las máximas estrellas mundiales. Su cara apareció en la camiseta de Nicky Jam en plena final del mundial. Los ídolos del fútbol mundial como Cristiano Ronaldo le han hecho fila frente a su camerino con tal de abrazarlo, de tomarse unas fotos con él o simplemente de grabar videos como estos para subirlo a Youtube:
Luis Suarez y Messi se disputan también su cariño. Es que J Balvin es una fuerza de la naturaleza que no para, un artista que está llegando a donde Carlos Vives nunca pudo, un músico, que a diferencia de Maluma, tiene un talento enorme, un hombre que se reinventa, un muchacho que pinta para ídolo, uno de los pocos cantantes en el mundo que llegó al Número 1 de Billboard con dos canciones consecutivas, un hombre que no ha cambiado, un pelado que sigue siendo un paisa.