La primera vez que se habló de equilibrio en las esferas de poder fue en el siglo XVII, cuando el Barón de Montesquieu manifestó su inconformidad con respecto a las formas de gobierno de la época en varias publicaciones en Europa, pero finalmente concluyó el tema de forma argumentada y concisa en El espíritu de las leyes.
Esta obra expresa teorías básicas que hoy en día son practicadas por algunos países, creándose la división de los tres poderes de Estado que ustedes conocen: poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Colombia: el país politizado
El fin es evitar la concentración del poder en un mismo cuerpo, podemos deducir que en Colombia tenemos una aplicación de esta teoría.
El poder ejecutivo ordena los gastos del presupuesto nacional y otras funciones, y está encabezado por el presidente de la República; el legislativo está compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes; y el judicial por las altas cortes y los diferentes órganos judiciales.
Aunque estos tres poderes deben actuar de manera independiente, existen congresistas que han manifestado apoyo a candidatos presidenciales o peor aún las bancadas de los partidos se declaran a favor o en contra de un gobierno, incluso sin antes saber cómo actuará.
Para muchos ciudadanos no tiene sentido. A pesar que pertenezcan al mismo partido, no deja de ser una acción ilógica, porque en esta situación encontramos que el poder legislativo y el ejecutivo se unen: se reúnen, hacen política juntos…
Claramente, mientras se permita, todos lo harán, porque ambos poderes son elegidos por votación, y esto, crea un vínculo de conveniencia.
¿Se unirán los tres poderes?
Por ahora, el poder judicial queda a la expectativa, pero es posible que termine siendo víctima de este círculo vicioso como ha sucedido anteriormente. Ya veremos.
Un ejemplo, es el caso de la relación entre Presidencia, Senado, y Corte Suprema. ¿Saben quién juzga al presidente de la República? Sí, la Corte Suprema de Justicia. Pero, ¿quién elige la Corte Suprema de Justicia? Se escoge por cooptación, es decir, los que salen deciden los que entran. Sin embargo, alguien debe postular para que ellos elijan; esto lo hace la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura.
¿Quién elige la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura?
Aquí es donde se encuentra mi preocupación: la selecciona el Senado de la República, aquellos que les conté que a través de “alianzas informales” ayudan a elegir al presidente. El mismo que es juzgado por la Corte Suprema de Justicia. Un circulo vicioso.
Esta representación gráfica simboliza mejor este fenómeno. Ver Figura 1.
Figura 1. Elaboración propia.
¿Notaron el conflicto de intereses que se genera? Aquí comienzan los verdaderos actos de corrupción por parte de estos actores.
El país está completamente politizado, todo se enlaza hacia la política y por la política, que a su vez se relaciona con las tres ramas del poder.
El cambio
Colombia está pidiendo a gritos un cambio de la política tradicional, en las últimas votaciones quedó demostrado con los más de 10 millones de votos, con la primera revocatoria de mandato a un alcalde y en el despertar de la conciencia ciudadana.
Pero el cambio no solo está en bajarle el sueldo a los congresistas. Debemos promoverlo desde los aspectos estructurales de fondo, transformar el sistema para que sea impenetrable e incorruptible.
Adicionalmente, los escenarios de poder deben ser meritorios, por concurso, cumpliendo como requisito innegociable que sus hojas de vidas sean intachables, que los candidatos no dependan de esos “personajes” que gastan grandes cantidades de dinero para seguir gobernando a su antojo, y/o se protegen de la justicia por su historial delictivo.