Este domingo 29 de julio, desde las 8:00 a.m., el municipio de Tabio fue el epicentro de la Audiencia Pública Ambiental del Proyecto de Redes de Transmisión Eléctrica de 230 KV Chivor II- Bacatá, que atraviesa a 25 municipios en total, 11 de Boyacá y 14 de Cundinamarca. Este es un requisito legal para dar a conocer a las organizaciones sociales, las entidades públicas y privadas, y a la comunidad en general, la solicitud de licencias, permisos, concesiones ambientales o la existencia de un proyecto, presentando los impactos que este pueda generar o genere y las medidas de manejo —propuestas o implementadas— para prevenir, mitigar, corregir y/o compensar dichos impactos; así como recibir opiniones, informaciones y documentos que aporte la comunidad y las entidades u organizaciones públicas y privadas.
Este proyecto ha generado en el municipio una gran controversia y debate por sus posibles impactos ambientales y sociales, a tal punto que dentro de la dimensión política-organizativa del municipio realizada por el consorcio ambiental Chivor, encargado de la elaboración del estudio de impacto ambiental del proyecto, se describe a sus autoridades en oposición al mismo como unos actores que han cerrado los canales de comunicación entre la Empresa de Energía de Bogotá EEB (quien tiene la adjudicación del proyecto) y la comunidad.
Por eso era clave que la audiencia ambiental se convirtiera en un escenario de diálogo entre las partes, donde personas y organizaciones del municipio dieran a conocer sus posiciones y estas fueran atendidas por la autoridad ambiental. Cabe anotar que la alcaldía y la personería, los defensores del medio ambiente, en especial los expertos en el tema del agua y las aves, tuvieron la palabra. Además, otros líderes también tuvieron el espacio para exponer las inconsistencias que presenta el estudio de impacto ambiental, y el presidente del Consejo Territorial del Municipio explicó las razones por las cuales el proyecto está en contradicción con los principios del esquema de ordenamiento territorial.
El proyecto para Tabio consta de la instalación de 18 torres a lo largo de las veredas Río Frío Occidental y Salitre, de las cuales 10 atraviesan la Zona de Reserva Forestal Protectora de la Cuenca Alta del Río Bogotá. De acuerdo con información de la oficina de planeación del municipio, seis de los predios afectados por su instalación hacen parte del área de protección y conservación, mientras que cinco están clasificados como áreas de infiltración para la recarga de acuíferos. Todo esto sin considerar las áreas del tendido. También cabe resaltar que en la zona existen nacimientos de agua que surten varios de los acueductos veredales.
A Tabio llegaron también las delegaciones y autoridades de los demás municipios afectados de Cundinamarca, por lo que fue un espacio de deliberación fundamental para el desarrollo y futuro del proyecto.
Finalmente, es necesario señalar que el desarrollo de infraestructura de importancia y utilidad general para Bogotá y Cundinamarca no puede ir en contravía del medio ambiente y sus habitantes. Por eso los pobladores de Tabio seguirán diciendo: “de nuestros cerros y nuestras montañas ni un centímetro”.