Si consultamos con Google el significado de la palabra inercia, de inmediato nos arroja cerca de 6.270.000 resultados (0.55 segundos), los cuales guardan relación, en su mayoría, con la primera ley de Isaac Newton.
Por consiguientemente, la inercia en física es, grosso modo, la propiedad de los cuerpos a permanecer en movimiento o en reposo hasta que una fuerza actúe sobre estos.
Pero de la misma manera es válido aclarar que este no es el único significado de la voz inercia. Este vocablo proviene del latín, lengua que todavía respira y se reproduce dentro del francés y, por supuesto, del español, entre otros idiomas.
Con todo eso, yo todavía no me atrevo a declarar que el español es la evolución del idioma oficial del Imperio Romano, porque, de acuerdo con los argumentos contundentes y ya olvidados de un profesor que tuve en mi época de estudiante de bachillerato, el español es la degradación de latín. Yo he olvidado esas poderosas razones que mi profesor esgrimía, pero aún conservo el temor de garantizar que el español es la evolución del latín. La verdad sea dicha con todas sus letras: no estoy totalmente seguro.
Asimismo, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra inercia —en su segunda acepción— como: “rutina, desidia”. Y en el encabezado de la misma definición, el diccionario sostiene que la susodicha palabra proviene del latín inertia 'indolencia', 'inacción'. En efecto, esta definición es la que necesitamos para nuestros fines.
Traigo a cuento, en especial la segunda definición del vocablo inercia, debido a que el presidente electo Iván Duque ha manifestado en su Twitter que estamos en una “gran transición generacional”, por eso, según él, no podemos permitir “que se nos infunda odio y fractura”, ni tampoco que “se nos invite a la movilización popular simplemente por inercia”.
Este país no se merece que en este momento, en una gran transición generacional, dejemos que se nos infunda odio y fractura, y se nos invite a la movilización popular simplemente por inercia. Quiero ser un generador de unidad y de diálogo. #IvánDuqueEnAntioquia pic.twitter.com/JtHEZ4QgbT
— Iván Duque (@IvanDuque) July 10, 2018
Muy a despecho del señor presidente electo Iván Duque, yo sí quiero dejar escrita, en los términos más respetuosos posibles, mi invitación a que nos acompañe a la movilización popular el próximo 7 de agosto para que conforme a sus propias palabras termine la indiferencia que aparenta experimentar un importante sector de la sociedad colombiana; hay arraigada en ciertas personas una especie de sentimiento que se asemeja demasiado a la indolencia con respecto al asesinato a los líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Vamos a movilizarnos, señor Duque, por el respeto absoluto de la vida de todos los colombianos. Aquí no se trata de que la vida de un elector del excandidato presidencial Gustavo Petro sea más importante que la vida de un elector del presidente electo Iván Duque, ni viceversa. No. Las cosas no son así. La vida de un ser humano es importante, por sobre todas las cosas.
Señor presidente electo Iván Duque, yo sí tengo el gusto de invitarlo a que rompa esquemas y paradigmas. Yo lo invito a que hagamos trizas el rancio y fracasado molde que a los jóvenes nos han impuesto nuestros mayores. Ojalá usted pudiera estudiar la posibilidad de no seguir con la tradición de tomar posesión el 7 de agosto en la Casa de Nariño. De forma amable, lo invito a que sea un poco irreverente, para que nos acompañe a la movilización popular con el objetivo de que termine la inercia, vale decir, la inacción del grueso de la población colombiana.