La hermana de Gustavo Petro, Adriana, vive en Canadá desde hace varios años después de las amenazas que recibió su hermano cuando era senador del Polo a finales de la década pasada, pero cada vez que Petro vuelve a una nueva campaña, regresa al país para ayudarlo. Sin embargo, esta vez decidió no quedarse a esperar los resultados del domingo, tal vez los más importantes que alguna vez estuvo esperando el candidato en toda su carrera política, y se devolvió para su casa. Adriana, quien es la primera persona a la que busca Gustavo cuando tiene problemas como él mismo ha reconocido, estuvo encargada de sus comunicaciones en estos meses y fue clave en la recta final en la que Petro se le acercó a Iván Duque.
Adiós dijo Adriana Petro, antes de las elecciones
Su hermana y mano derecha regresó a Canadá donde reside después de una intensa segunda vuelta en la que ella fue clave