Al igual que lo hicieron en el pasado industrias como Carvajal y muchas otras, Alpina se va de Popayán, dejando en incertidumbre a cerca de 160 empleados, entre directos e indirectos, y a numerosas familias de productores de leche de varios municipios del centro, oriente y sur del Cauca. Así mismo, la compañía anuncia el traslado de la antigua planta heredada de Lácteos Puracé hacía un parque industrial en Caloto.
Se confirma así el poco atractivo que para la industria ha tenido la ciudad, en donde además de las pequeñas factorías y microempresas —muchas familiares— actividades como los empleos públicos y en empresas de servicios (educación, salud, financieros, hoteles, restaurantes, talleres, la construcción de vivienda y obras públicas y el comercio formal e informal) ofrecen la mayoría de oportunidades.
La mayor vocación turística y fortaleza de Popayán se deriva de la arquitectura de su centro histórico construido en los años de auge económico y político de la ciudad y su "alma" o ambiente colonial, histórico y universitario.
El turismo no solo centrado en su Semana Santa y alrededor de sus atractivos urbanos y rurales debe estimularse y potenciarse. No hay que olvidar que la "industria sin chimeneas" deja más ingresos a países como España, Francia y México que cualquier industria convencional.
La organización del caótico tráfico automotor y de la movilidad cuando creen la nueva empresa de transporte público que ponga a circular los nuevos buses en la red vial que están terminando de adecuar, con su red de ciclorrutas; la ampliación de la peatonalización en el centro histórico; la promoción de eventos y de la ‘Ciudad Convención'; la construcción d la hidroeléctrica de Julumito; el desarrollo de hostales ecológicos alrededor de las aguas termales de municipios cercanos; la adecuación de un Jardín Botánico, parque lineal sobre el río Cauca y un gran parque público; la promoción del avistamiento de aves y los parques naturales de Puracé y Munchique, de los hipogeos de Tierradentro; el impulso a las universidades públicas y privadas existentes y a las de otras regiones para que construyan sus sedes en la ciudad, entre otras, son algunas de las tareas pendientes para potenciar el atractivo turístico de la ciudad, que por lo pronto no seduce a las industrias, ni es culpa del actual y anteriores alcaldes.
En este panorama urge la estructuración del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial del municipio definiendo el uso de suelos urbanos y rurales y con medidas que ayuden a la protección y reorganización del centro histórico buscando consolidar la vocación de ciudad turística, universitaria, cultural y de innovación y emprendimiento de nuevos saberes y tecnologías limpias que permitan la creación de empresas manufactureras y de servicios alrededor del aprovechamiento de nuestros desconocidos y desaprovechados recursos naturales.
Después del terremoto de 1983 con la Ley de alivio concedida a los deudores del ICT y BCH, también aprobaron leyes pro instalación de fábricas en el parque industrial, pero estas no llegaron. Tampoco con la Ley Paez, que principalmente benefició a los municipios del norte del Cauca, más cercanos a Cali, Buenaventura y grandes mercados nacionales e internacionales.
Alpina obra con ese criterio de rentabilidad capitalista y no solo preocupada por los bloqueos a la Panamericana. Si Popayán no es atractivo para la gran y mediana industria hay que enfocar esfuerzos a fortalecer la "industria sin chimeneas" y a Popayán como una verdadera ciudad universitaria, con importante agenda investigativa y cultural y donde también se promueva la innovación que facilite otro tipo de emprendimientos aprovechando al máximo los recursos propios que nos brinda la pródiga naturaleza de este trópico desconocido.
P.S: Primera vuelta.
Lamento que Fajardo y De La Calle no hayan definido con Petro la candidatura de una fuerza progresista en la consulta de marzo, y en el camino haber sentado las bases de una sólida unión programática y de fuerzas políticas pensando en estas y futuras elecciones.
Creo que la unión y cualificación de fuerzas que ansían un cambio en beneficio de la mayoría de habitantes seguirá adelante independientemente del resultado del 27 de mayo y de junio.
Por su experiencia positiva en la alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, por el equipo que lo acompaña y por sus propuestas aterrizadas de acuerdo al momento político y socioeconómico que vive el país, con un proceso de paz empantanado y bloqueado y con una Venezuela en la incertidumbre, a pesar de la frialdad en sus discursos, el candidato que más me convence es Fajardo. Sin duda que Petro es muy inteligente, hábil en las entrevistas, buen orador y agitador de masas y con innovadoras propuestas que requerirán muchos años para desarrollarlas, en un ambiente político, económico e institucional favorable; pero recuerdo las ilusiones que generó en el Cauca el ascenso de Floro Tunubalá a la Gobernación.