Inició su actividad pública, de la mano de Juan Manuel Santos como investigador, a los 22 años, de la Fundación Buen Gobierno en 1998 y luego como asistente suyo en el Ministerio de hacienda en el año 2000 en el gobierno de Andres Pastrana. Fue este Presidente conservador quien le propició a Santos el paso de la subdirección de El Tiempo al sector público en el ministerio al que llegó en reemplazo de Juan Camilo Restrepo. Duque, entonces un abogado de la Sergio Arboleda tuvo columna en El Tiempo desde la cual atacaba las políticas neoliberales en economia.
Santos nombró al joven abogado subsecretario del partido Liberal en representación suya a finales de los noventa y cuando llegó al Ministerio de hacienda, lo vinculó como asesor a través de un convenio con el PNUD, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo. Una de sus funciones era hacerle seguimiento, a los cupos indicativos de los congresistas, oportunidad que aprovechó Duque para sus primeros relacionamientos con la clase política. Fue Santos quien lo envió a la Representación de Colombia en el BID en Washington, cuando la Representante era la economista Maria Cecilia Otoya, nombrada directamente por el Presidente Andrés Pastrana y quien habia sido gerente del IFI –Instituto de fomento industrial-.
Ya en Washington, Duque mantuvo cercanía con el Ministro Juan Manuel Santos y le manejaba la agenda en sus visitas oficiales a los organismos internacionales en la capital norteamericana. Finalmente el Ministro de hacienda es el jefe de los Representantes de Colombia en el BID y en el Banco Mundial y Santos ejercía su liderazgo. Según un trino del columnista Ramiro Bejarano, Ivan Duque tenía una foto autografiada de su mentor colgada en su oficina en la sede del BID.
Duque tuvo la suerte de poder permanecer en el cargo en la transición de Pastrana a Uribe, cuando llegó a la Representación Luis Guillermo –Luigi- Echeverry. Su padre Fabio Echeverry, quien habia sido una figura clave en el triunfo electoral de Alvaro Uribe en el 2002, le solicitó al recién elegido Presidente el cargo para su hijo. Luigi –con tradición en el mundo de los caballos y los toros llegando incluso a ser rejoneador-, pero sin ninguna formación técnica para ocupar el cargo, encontró en Ivan Duque un apoyo fundamental y lo convirtió en su mano derecha.
De Washington llegó también el primer Ministro de hacienda de Alvaro Uribe, el veterano economista Roberto Junguito, quien duró solo un año en el cargo. Fue reemplazado en junio del 2003 por Alberto Carrasquilla quien permaneció en el cargo hasta el final del primer gobierno Uribe y con quien Duque estableció tanta confianza, que actualmente es uno de sus asesores principales e incluso ha sonado en la gabinetología del gobierno de Ivan Duque.
La cercanía de Fabio Echeverry y su hijo Luigi con el Presidente Uribe, fue clave para tenderle los puentes a Duque con el jefe de todos el Presidente Alvaro Uribe. Logró realizar una transición fácil y entrar en el círculo de confianza. Santos estaba forjando su propio futuro politica a la sombra del Presidente Uribe y no dudó en apartarse del Partido Liberal para fundar el Partido de la U para asegurar la continuidad de Uribe en el poder. Entonces todos eran amigos. Y muy amigos. Las traiciones no se vislumbraban en el horizonte.
Luigi permaneció en el BID y concluido el segundo gobierno Uribe se abrió la posibilidad de trabajar de cerca con el ya ex Presidente. Duque renunció al BID en el 2010 y se trasladó a Nueva York a asistir a Uribe en el rol para el que habia sido nombrado por el Secretario de Naciones Unidos Koffi Annan: formar parte del equipo rector de la investigación sobre el ataque de Israel a una flotilla de barcos que llevaban ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, liderado por el ex premier neozelandés Geoffrey Palmer y en el que estaba el ex presidente. Una movida clave que lo llevó lejos.
Uribe conoció de cerca a Ivan Duque Escobar, el padre del candidato, por antioqueño miembro del Partido liberal y del gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala. De la tarea de Duque en la ONU en Nueva York, cuya embajada estaba en cabeza de la ex senadora Claudia Blum, quedó una confianza que llevó al ex Presidente Uribe a incluirlo en la primera lista al senado por el Centro Democrático en el 2014. Duque sabe cultivar relaciones, ser agradecido y evadir los conflictos innecesarios para poder navegar sin escozor en las aguas tormentosas.
La historia de allí para adelante es bien conocida. Juicioso y disciplinado, su compromiso pasó a estar con la bancada Uribista, colocándolo en la oposición al gobierno de su mentor, quien más de una década a tras le abrió el camino de la vida pública que ha recorrido con cuidado y que puede terminar llevándolo al Palacio de Nariño.