La JEP le cerró las puertas a los excongresistas Álvaro Ashton y David Char, quienes tienen investigaciones abiertas en la Corte Suprema de Justicia por parapolítica. Aunque ambos quisieron entrar a la Justicia Especial para la Paz, el tribunal dejó en claro que sus posibles relaciones con paras no están enmarcadas dentro del marco del conflicto armado, sino que lo habrían hecho para asegurarse los votos que necesitaban para salir elegidos, y sus delitos son catalogados como “delincuencia común”. Con esta decisión, la JEP sienta un precedente para aquellos que quieran acogerse al nuevo tribunal, pues el requisito es claro: sus delitos deben haber sido impulsados por la guerra y no solo por haber tenido relaciones con grupos armados involucrados en esta se justifica su sometimiento a la justicia transicional. Sin embargo, las intenciones de Char y Ashton dejan un rastro que para la JEP fue evidente.
Aunque no han sido condenados por los delitos que se les imputa, si quieren aportar al esclarecimiento de la verdad del conflicto pueden hacerlo en la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.