Las personas pueden entrar al mundo de las drogas por curiosidad, por aburrimiento, por los amigos o simplemente por que las ven como una forma de entretenimiento. La mayoría desconocen las consecuencias que las sustancias psicoactivas pueden generar en su salud y en su vida social.
Para muchos la “pruebita” se convierte en un infierno del cual es muy difícil salir. Así lo asegura Andrés Velandia, un joven bogotano que después de un largo periodo de rehabilitación logró resurgir de las cenizas de la drogadicción como el ave fénix. “Me estaba convirtiendo en una persona maligna, que no me importaba nada”, sostuvo.
Andrés consumía bazuco, un alucinógeno cuyo uso prolongado puede producir pérdida del apetito, afecciones pulmonares, insomnio; a nivel psíquico produce miedos irracionales, ansiedad y paranoia. El joven experimentó muchos de esos síntomas y por poco no vive para contarlo. “Casi me muero, casi me voy, alcancé a ver un montón de cosas que jamás había visto”.
El psicólogo especialista en rehabilitación, Andrés Gutiérrez, explicó que en muchos casos el consumo de drogas se sale de las manos por la adicción que produce en los nuevos consumidores quienes desconocen muchas veces los componentes adictivos que tiene los alucinógenos.
“Teniendo consumos recreativos, esporádicos, pero desafortunadamente y debido a los componentes tan potentes que tienen las sustancias psicoactivas estas terminan seduciendo”, manifestó.
“En contextos de rumba, sabemos que la sustancia que más se consume está entre la cocaína, el LCD y el tusi”, remarcó Gutiérrez.
La piel y, en especial la cara, reflejan los efectos que tienen las drogas ilícitas en los consumidores. El especialista del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta, Dr. Álvaro Tovar, hizo una radiografía de las secuelas que genera en la piel el consumo de alucinógenos.
“Fumar marihuana ayuda a acentuar las líneas de expresión, contribuye al envejecimiento. Tradicionalmente las personas que inhalan cocaína pueden sufrir perforación del tabique nasal. La heroína por ser un derivado del opio puede producir reacciones alérgicas, rasquiña en el cuerpo o brotes”, señaló.
Mientras tanto, Andrés, quien vivió en carne propia los efectos negativos del consumo de drogas, le recordó a los jóvenes colombianos que “es hermosa la vida sin drogas” y que, por el contrario, entrar en el mundo de las sustancias psicoactivas puede ser el llanto y el rechinar de dientes.