Todos los vecinos del barrio Betania, en la comuna 13 de Medellín, sabían en dónde se escondía Juan Manuel Piedrahita, alias ‘Juancito’, quien hasta hace una semana era hombre más buscado de la ciudad. Pero la Policía no lograba dar con su guarida, a pesar de haberle chuzado el celular y tenerlo arrinconado en un perímetro de 50 metros. Piedrahita tenía a su mando cerca de 40 hombres de la Banda Betania, que estaba alineada a la ODÍN Caicedo. Su poder había crecido en los últimos meses por la caída de otros cabecillas que dejaron un hueco en la comuna, pero no estaba tranquilo. Piedrahita decidió montar un nuevo esquema de seguridad y puso a varios campaneros en las esquinas del barrio. Cuando las motos entraban a la zona, los pelados le avisaban y desde otros barrios hacían disparos al aire para distraer a la policía y llevarlos a un callejón sin salida.
Desde diciembre del año pasado la comuna 13 se volvió un campo de guerra. Las bandas criminales empezaron a pelear por los territorios de alias Tom, quien había sido capturado ese mismo mes. Muertes, extorsiones y balaceras se volvieron el pan de cada día. El pasado 26 de abril dos muchachos en una moto pararon un bus, bajaron a los pasajeros y le prendieron fuego. El alcalde Federico Gutiérrez no soportó más y las ordenes, que también vinieron desde el Gobierno Nacional, eran claras: 400 policías y 100 militares llegaron a la comuna para cazar a ‘Juancito’.
En la madrugada del 29 de abril, 30 hombres de fuerzas conjuntas estaban listos para capturarlo. Identificaron la casa en la que vivía y a las 3 de la mañana tumbaron la puerta. Piedrahita apenas tuvo tiempo de reaccionar; cogió su pistola, los 3 celulares que solo prendía para dar órdenes y cuadrar negocios, y salió corriendo por la parte de atrás. El barrio Betania da contra un Bosque en la montaña y todos los patios están conectados. Piedrahita logró escabullirse por el laberinto de casas, pero sabía que le tenían el rastro.
La policía allanó la casa y encontró un sin número de excentricidades. El ídolo de alias ‘Juancito’ era el famosísimo personaje Tony Montana, interpretado por Al Pacino en la película ‘Scarface’ o Caracortada. Varias fotos, cuadros y muñecos llenaban las habitaciones. La muerte también le atraía y una calavera era el soporte del papel higiénico en el baño. Según conocieron las autoridades, Piedrahita no tenía compasión con sus víctimas. Las secuestraba y disfrutaba torturándolas antes de matarlas. Varios uniformes militares, botas y armas también fueron incautados.
Así fue la captura
Ese mismo 29 de abril por la tarde Piedrahita volvió a aparecer. Una llamada lo delató y la policía supo que estaba asustado. No sabía en dónde meterse, pero no quería salir del barrio. Piedrahita siguió con el plan de seguridad haciendo tiros cada vez que la Policía se le acercaba, pero no contaba que Inteligencia ya sabía de su estrategia y cada disparo era un aviso que los ponía más cerca del capo.
A ‘Juancito’ lo rastrearon dos días después a tan solo unas cuadras de donde había sido el primer operativo. El 2 de mayo, otra vez, llegaron a las 3 de la mañana los hombres del Comando de Operaciones Especiales y Antiterrorismo –Copes, la Policía de la ciudad y la DIJIN, pero el capo se les volvió a escapar. Sin embargo, cada vez estaba más desesperado y en la correría dejó los tres celulares que siempre cargaba con él. Con la información que encontraron las autoridades en los aparatos y la CPU de computador incautada en el allanamiento anterior, Piedrahita sabía que ya no tenía escapatoria. Ese mismo día llamó a un abogado que se contactó con la Fiscalía. Alias ‘Juancito’, el hombre más buscado de Medellín y por el que ofrecían 20 millones para capturarlo, no aguanto más y a las 10 de la mañana se entregó en su propia casa.
Las autoridades en Medellín ahora están esperando que Juan Manuel Piedrahita entregue los bienes que tiene en su poder. En los últimos 16 meses la Policía ha logrado capturar 97 cabecillas de bandas criminales y más de 2.000 hombres de las diferentes estructuras que controlan el tráfico en la ciudad. Con Piedrahita en la cárcel, el alcalde Federico Gutiérrez espera que Medellín y la Comuna 13 recuperen algo de tranquilidad, después de registrar 59 asesinatos solo en abril, hasta ahora el mes más violento de este año.