El mismo día que Antonio Quinto Guerra inscribió su candidatura a la Alcaldía de Cartagena empezaron los problemas. El exconcejal, que lleva más de 30 años en la política cuenta con el apoyo de toda la clase política tradicional cartagenera, los conservadores que le dieron el aval, uribistas, Cambio Radical, La U y hasta liberales. Los tentáculos de su poder entre los políticos le habrían servido para lograr que la balanza del Consejo Nacional Electoral se inclinara en favor suyo, incluso en contra del concepto del Procurador Fernando Carrillo.
El pasado 27 de marzo los representantes a la Cámara de Bolívar, Karen Cure y Hernando Padauí, de Cambio Radical, organizaron un evento en el Hotel Coral de Indias para respaldar la candidatura de Quinto Guerra. Cure estaría actuando en representación de Enilce López, La Gata, quien la apoyó en 2014 para llegar al Congreso. Guerra también cuenta con el apoyo del Clan García: a su campaña ya aterrizaron el senador del Partido de la U Andrés García Zuccardi –sobrino del parapolítico Álvaro ‘El Gordo’ García– y su papá, el exsenador Juan José García Romero quien fue condenando por corrupción en 2007 por contratos amañados que superó los $ 11 millones en auxilios parlamentarios.
El parapolítico William Montes levantó cabeza y recuperó para la familia la curul conservadora en el Congreso a través de su sobrino Emérito Montes, fórmula de la suspendida Aída Merlano y financiada por el empresario Julio Gerlein. El senador Montes incluso acompañó a Guerra el día que inscribió su candidatura.
La familia Blel es el otro clan de la bancada azul que decidió unirse a Guerra. Hija de Vicente Blel Saad, quien fue condenado por parapolítica en 2010, Nadia estuvo en un evento político en Cartagena durante su campaña al Senado en el que aseguró que, junto a su fórmula a la Cámara, Yamil Arana, y Quinto Guerra en la alcaldía, eran una tripleta ganadora en Bolívar.
Los liberales Silvio Carrasquilla y Lidio García anunciaron su apoyo el pasado 20 de marzo en una rueda de prensa. Lidio García se convirtió el pasado 11 de marzo en el mayor elector liberal en el país con más de 117.000 votos, de los cuales 18.000 los obtuvo en Cartagena.
Finalmente, el Centro Democrático anunció desde la dirección de Bolívar el respaldo a la campaña, pero en Bogotá no les gustó la decisión y quisieron desmarcarse de Guerra, por lo que dejaron al general Gabriel Ernesto Arango Bacci y el excandidato al concejo por ese partido Luis Guillermo ‘el Mello’ Otoya Gerdt respaldándolo de manera independiente, pero usando el nombre del Centro Democrático.
Si el exconcejal de Cartagena logra ganar las elecciones atípicas del próximo 6 de mayo, tendrá en sus manos millonarios recursos durante los siguientes 18 meses que estaría en la alcaldía. Cerca de 12 proyectos distintos están listos para ser comprometidos, entre los que están la construcción de la quinta avenida del barrio Manga por $120.000 millones; la nueva Central de Abastos que será reubicada del popular barrio Bazurto y costará cerca de $350.000 millones; la construcción de un canal de 2 kilómetros en la Bahía de Cartagena por USD $ 90 millones, de los cuales la ciudad participará en un 25% en recursos; y otras obras que superan los USD $2.000 millones.
Detrás de tantos proyectos estarían un grupo de empresarios que en febrero publicó un aviso pago en El Universal de Cartagena, el periódico más importante de la ciudad, pidiéndole a Quinto Guerra que se lanzara a la alcaldía para salvar a la ciudad de la corrupción. Entre los que firmaron la carta está Alberto Araújo Perdomo, del poderoso grupo inmobiliario y hotelero de los Araújo que lideró importantes proyectos en la ciudad y al que también pertenece el senador uribista Fernando Araújo; y Héctor Trujillo Vélez, exdirectivo de la Andi y tío del exalcalde Dionisio Vélez.
Los tentáculos del poder de Quinto Guerra entre los políticos habría llegado al Consejo Electoral donde la balanza se inclinó a su favor derrotando el concepto del Procurador
El pasado 27 de abril el Consejo Nacional Electoral dejó en firme la candidatura de Quinto Guerra con una votación 6 – 2 a su favor después de que la Procuraduría pidiera anular su inscripción. Sin embargo, al viceprocurador Juan Carlos Cortés interpuso un recurso para solicitarle al CNE revisar el veredicto, pues según el Ministerio Público, Guerra firmó un otrosí con el Ministerio de Vivienda el 30 de octubre del año pasado para “brindar apoyo jurídico en la gestión, estructuración e implementación de esquemas de aseguramiento de la prestación de servicios públicos de Agua potable y saneamiento básico en el departamento de Bolívar”.
Según la ley electoral, ningún candidato puede contratar con el Estado en el año inmediatamente anterior a las elecciones. Con la gobernación de Bolívar también firmó un contrato en marzo de 2017, y aunque no fue en el año anterior a las votaciones, la ejecución y la finalización del mismo fue hasta el pasado diciembre.
Antonio Quinto Guerra logró recoger un amplio respaldo político del poder cartagenero. Y aunque su lucha con la Procuraduría en el CNE parece estar resuelta, si llega a la alcaldía de La Heroica podría ser destituido por el Ministerio Público, dejando a la ciudad en el mismo hueco negro de incertidumbre en el que ha estado los últimos años.
Guerra aprendió la lección hace dos años cuando el locutor Manolo Duque, destituido y a quien llegaría a reemplazar, le ganó las elecciones en el tramo final de la campaña. Esta vez sabe que el millonario botín que podría llegar a administrar atrae a los poderosos interesados en trabajar con la alcaldía y que le darían el empujón que necesita para ganar.