Se dice que Fajardo tiene la “maldición” del candidato de centro: es muy difícil que gane en primera vuelta, pero en segunda vuelta sería imbatible. Ese mismo argumento y sus derivados ha hecho carrera en las últimas semanas para los opinólogos y analistas efímeros cuando concluyen que es imposible que Petro derrote a Duque en segunda vuelta, ya que una alianza Duque-Vargas solo podría ser confrontada victoriosamente por Fajardo, el candidato de centro. Algunos son más extremistas al concluir que hay una estrategia de la derecha uribista para inflar a Petro (el video de pachito hablando de la amenaza petrista es muy diciente afirman) y así evitar que el centro (Fajardo según ellos) pueda derrotar a una derecha unida en segunda vuelta. Los más avezados llegan al punto de afirmar que el fenómeno Petro es una estrategia del uribismo en complicidad con los medios y las firmas encuestadoras. Hacer futorología sobre estos temas puede resultar muy apasionante; sin embargo, ante tanta incertidumbre electoral hay que analizar varios elementos objetivos antes de llegar a conclusiones tendenciosas, sesgadas y absurdas.
En una hipotética segunda vuelta tanto Fajardo como Petro estarían de facto en igualdad de condiciones. Sí señores, porque Fajardo dejaría de ser el candidato del centro, el mismo que le apuesta a una amplia concertación, para convertirse en el candidato de la izquierda. Sí, porque sí es tan fácil para los fajardistas sumarle a Fajardo la votación de Petro (dando por sentado que Petro lo respaldaría en segunda vuelta), ¿por qué se pretende que no se convertiría en el candidato de la izquierda? Además, los enconados partidarios de Fajardo asumen premeditadamente que en una segunda vuelta entre Duque y su candidato la polarización desaparecería como por arte de magia. No, están muy equivocados, el caballito de batalla del uribismo en los últimos años ha sido precisamente la polarización y los uribista más “purasangre” no van a renunciar a ella en su última batalla por retornar al poder, para ellos, Fajardo se convertiría en el candidato de la izquierda, el castrochavismo, la lucha de clases… y toda la falsa retórica que han utilizado vulgarmente para manipular a millones de colombianos y lograr que salgan a “votar verracos”.
¿Y las maquinarias? También algunos han argumentado que sectores de derecha y centro-derecha se le podrían adherir a Fajardo lo que sumado a todo el espectro de izquierda lo volvería invencible. Ese es un argumento bastante ingenuo que no entiende la mecánica de las estructuras políticas tradicionales. Me explico, en Colombia los partidos tradicionales (Liberal, U, Conservadores, Cambio Radical y Opción Ciudadana) se encuentran fragmentados en cacicazgos regionales, esos cacicazgos necesitan estar a la sombra del poder para no perecer; en la práctica esos partidos son apéndices del gobierno de turno que los alimenta a base de mermelada, cupos de contratación, puestos…etc;. Pregunto, Fajardo, el mismo Fajardo que ha dicho en reiteradas ocasiones que no le dará contratos a congresista, el que repite hasta el tedio que gobernó Medellín y Antioquia sin someterse a la presión de concejales o diputados, el mismo que ha propuesto acabar con la mermelada, ¿Podría contar con el respaldo de partidos que solo esperan un ministerio, una entidad descentralizada o mermelada? No, señores fajardistas, solo miren el estado tan lamentable del Partido Liberal, esas fuerzas que en su mayoría hoy rodean a Vargas seguramente van a preferir a Duque, el uribismo gobernó ocho años sin desmontar ese esquema y bien dice un dicho antioqueño “vaca ladrona no olvida el portillo”.
En conclusión, argumentar que Fajardo debe pasar a segunda vuelta (y eso que veo más posible que pase Vargas) porque es la única alternativa para ganarle a Duque es un sofisma que solo pretende engañar. Mucho más si se tiene presente que Petro ha crecido en las últimas encuestas (lo que quiere decir que no ha tocado techo en opinión) y cuenta con la estructura del Polo y los verdes que desde hace algunos meses se deslizaron a su campaña. Ya dependerá del candidato de la Colombia Humana generar un amplio diálogo entre la centro-izquierda y los pocos sectores de izquierda que no se le han sumado para llegar más fortalecido electoralmente el 17 de junio. ¿Se le sumará Fajardo? Seguramente tras la primera vuelta muchas dinámicas van a cambiar y no dudo de la habilidad de Petro para adaptarse a esas circunstancias. Por lo demás, si Petro pierde ante Duque automáticamente se convertirá en senador y durante cuatro años (afortunadamente ya no hay reelección) podría seguir capitalizando opinión y consolidando el proyecto de la Colombia Humana. A Fajardo no le gusta el Congreso al que considera un “lugar hostil”, no se sentiría muy cómodo siendo senador.
