La gente del Catatumbo se movilizó vestida de blanco en Tibú y San Calixto pidiendo respeto a la vida y que el gobierno no los deje solos en medio de un cruce de balas, una guerra en la que no tienen nada que ver.
Por su parte, Santos le ordenó al vicepresidente Óscar Naranjo volar al Catatumbo y hacerle frente a la crisis en la otra frontera, la del oriente.