El presidente Santos nunca quiso atender a los negros en su clamor. Y si bien hizo algunas obritas, las estructurales no las atendió como debió ser.
En Quibdó no hay ni agua ni gas.
Las vías que conectan Medellín y Pereira con Quibdó después de 8 años de gobierno no fueron terminadas.
En la vía Bahía Solano-El valle, 18 km siguen sin terminar.
La vía al mar, Ánimas-Nuquí, una necesidad para el desarrollo del turismo y el sueño redentor de los chocoanos nunca fue de su interés.
De hecho, solo después del paro cívico de los chocoanos, a los 75 kilómetros que faltan, mediante contrato 02199, les asignó 13 mil millones para estudios y diseños; estudios que debían terminarse en julio, aunque los contratistas ya dijeron que eso se iba hasta noviembre, cuando Santos ya no está.
Por otra parte, Uribe en su época asignó 125 mil millones, con los que se iniciaría la carretera Nuquí- Cupidijo. No obstante, las empresas responsables no construyeron ni un metro. Y Vargas Lleras saca pecho por las carreteras 4G, humillando a los negros.
Al final, ellos, Uribe y Santos, demostraron con su actitud que poco les interesa la suerte de los negros del Pacífico. Los municipios del Pacífico chocoano siguen en el más craso olvido e indiferencia, por eso los aúlicos candidatos a la presidencia serán castigados.
Los oligarcas no quieren ni a los negros, ni a los pobres.
