En este tiempo de elecciones presidenciales es donde más se evidencian las falacias de lo que prometen los candidatos, por ello es muy importante analizar no solo las palabras, discursos y debates, sino también la biografía del candidato para desentrañar así cuáles son sus procedencias y acciones que lo constituyen como político. Lo anterior, para de acuerdo a ello clasificarlo como una potencial o improbable elección.
Lo dicho anteriormente debe de ser un acto consciente de cada individuo y lo que concierne a ser consciente significa elegir lo que represente nuestras ideas más no una figura impuesta por quienes nos rodean, que a su vez se impulsan en este pensamiento por lo que los medios de comunicación transmiten. Si bien se sabe que los medios de comunicación son de gran importancia, también es importante conocer que los más reconocidos y vistos como lo son Caracol y Rcn no son totalmente imparciales, lo que genera polarización. A pesar de ello muchos colombianos se basan en ellos para sus elecciones, lo que de acuerdo a esto denota que no estarían bien fundamentadas.
Como ejemplo inédito de lo dicho son los casos de los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro. Por una parte, si no estamos bien informados desconoceremos que Duque es el candidato de Uribe. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Uribe tiene 276 procesos legales y una de las propuesta de Duque es crear una corte única, algo que con un poco de razonamiento servirá para el porqué y para qué de esta propuesta si llega a la presidencia. Entre dichos procesos legales están: los falsos positivos, la expropiación de tierras y muchos crímenes que atañen al país con gran tristeza. No obstante, vemos cómo Duque cree ciegamente en su "honorabilidad". En lo personal creo que si Duque llegase a ganar seríamos como una monarquía, regidos por una sola persona, que es Álvaro Uribe Vélez, porque este seguiría controlando al país como lo ha venido haciendo. Por eso hay que quitarnos la venda de los ojos e informarnos correctamente para no ser manipulados.
Por otra parte está el ya mencionado Gustavo Petro. Empezaré por recordar las más fuertes controversias que le rodean como lo son: el castrochavismo, que va a expropiar tierras y que si no pudo con Bogotá menos con el país. Todo ello es una siniestra campaña propaganda de otros candidatos que en realidad temen que llegue a la presidencia alguien con valores, ya que así se les acaba el negocio más lucrativo de todos: la corrupción. Ahora bien, les explicaré cómo Petro ha demostrado tener dicho valores: cuando se habla del castrochavismo se refiere a dos personajes que han afectado seriamente a su país, quienes son Fidel Castro y Hugo Chávez; sin embargo, Petro lo que ofrece es un plan para una democracia justa.
Lo que aterra a algunos son sus propuestas altruistas como la educación superior gratuita, salud gratuita como derecho fundamental y la independencia del petróleo y la minería. Con esas iniciativas se piensa que la economía se verá afectada, algo que es falso, ya que Petro propone prosperidad y no la ruina como se cree. Para lograr la prosperidad la educación es primordial, ya que con ella se desarrollan muchos factores positivos para un país. Además, al emplear el dinero que se va en la corrupción en beneficio de lo que debe de ser para el pueblo, Petro demuestra el mismo coraje que tuvo en la alcaldía para denunciar los corruptos. De hecho, por ellos mismo tuvo muchas dificultades durante su gobierno. No obstante, si vemos más allá sabremos que en su mandato garantizó el mínimo vital del agua a los estratos bajos, reivindicó la Carrera Séptima como un corredor dedicado a los peatones y biciusuarios, bajó la tarifa del TransMilenio en hora valle de 1750 a 1400 pesos, implementó medidas como la eliminación a vehículos de tracción animal, destinó el rubro más cuantioso a la educación e implementó un tratamiento a drogadictos como enfermos y no como delincuentes.
Con todos estos hechos se demuestra quién es en realidad y no lo que la propaganda negra quiere hacernos creer. Finalmente, en cada consciencia queda el poder de elegir bien.
