Desde que desaparecieron las tradicionales rutas de buses, busetas y colectivos que recorrieron la ciudad de Bogotá por décadas, los denominados bicitaxis fueron supliendo la ausencia del otrora transporte tradicional en la capital bogotana.
No obstante, los bicitaxis nacieron con una serie de vicios que siempre los han mostrado como una modalidad de transporte artesanal e insegura tanto para sus usuarios, sus conductores, los conductores de vehículos automotores y en especial para los peatones.
A las ya conocidas falencias de estos vehículos como la ausencia de seguros, evasión de impuestos, pago de seguridad social a las personas que los conducen, invasión y obstrucción de vías y espacio público entre otros, ahora se le suma la mutación que sufrieron para convertirse en mototaxis.
Los promotores de este tipo de transporte decidieron que era más rentable instalar de manera improvisada motores a gasolina o ACP para impulsar a los bicitaxis los cuales ahora exceden el límite de velocidad, irrespetan constantemente las normas de tránsito, emiten gases contaminantes y como si lo anterior fuera poco, el ruido que emiten presenta unos decibeles insoportables.
La parte tributaria es otro punto delicado en esta modalidad de transporte irregular que ha invadido las calles bogotanas. Al consultar a la Secretaria de Hacienda (DIB) sobre el particular, el organismo de los tributos en Bogotá respondió a través de Martha Liliana Prieto quien es Jefe de la Oficina de Inteligencia Tributaria, lo siguiente: "La información suministrada por la ciudadanía se tendrá en cuenta para la investigación correspondiente a los temas tributarios. Ahora bien, respecto al retiro de las calles o reglamentación de este sistema de transporte, la entidad competente para este tema es la Secretaria de Movilidad".
Al mismo tiempo, la Secretaria de Medio Ambiente, organismo que fue consultado por temas relacionados con la contaminación auditiva, ambiental y visual, confirmó a través de Óscar Ducuara, Subdirector de Calidad del Aire, Auditiva y Visual, la ilegalidad de los mototaxis. Sobre el tema el funcionario explicó: "Teniendo en cuenta la solicitud relacionada con la emisión de gases generados por los ‘bicitaxis’ transformados ahora en ‘mototaxis’ me permito informar que se trata de vehículos de transporte ilegal en donde no se cuenta con los datos necesarios y número de matrícula para realizar el respectivo requerimiento en el caso que hubiese lugar, por ende se sugiere trasladar su petición a la Alcaldía Local de Suba y a la Policía de Tránsito, entidades encargadas de hacer seguimiento a este tipo de vehículos que perturban la tranquilidad de los ciudadanos".
Paralelamente, Mauricio Meneces, quien es representante de una de las agremiaciones que agrupa a este tipo de transporte, confirmó la ilegalidad de estos vehículos. Sobre el tema anotó: "Nosotros contamos con cierta cantidad de documentos, pero a nivel de legalidad no la tenemos".
A su vez, estas organizaciones irregulares disfrazadas de cooperativas o SAS (Sociedad por Acciones Simplificadas), también venden ilegalmente las rutas por las cuales transitan estos mototaxis y convierten las calles en talleres y parqueaderos. En Pontevedra una ruta puede llegar a costar 30 millones de pesos, según informó un bicitaxista que prefirió omitir su nombre.
Al mismo tiempo, otras entidades como el Ministerio de Transporte están en mora de reglamentar esta actividad, pero misteriosamente la situación termina dilatándose y nunca se llega a una solución tangible, pues a pesar de que funcionarios del Ministerio se han pronunciado sobre el tema, la Secretaria de Movilidad ni la Policía de Tránsito hacen operativos ante esta practica que es totalmente ilegal y su argumento es que el Ministerio no ha reglamentado este tipo de transporte.
Por otra parte, la norma que sanciona al mototaxismo que es practicado por motos convencionales reza lo siguiente: "Quien sea sorprendido prestando el servicio publico de mototaxi en Bogotá, tendrá una sanción de 616.000 pesos, sin contar los gastos que genere la inmovilización del vehículo y los cobros extras por el servicio de patios".
Pero nada de esto parece detener a los mototaxis en Bogotá, un ejemplo es la localidad de Suba, donde incluso las agrupaciones que operan en las diferentes calles, han llegado a enfrentarse entre ellas por el control territorial de la zona, la cual está creciendo pues aún el sector está construyéndose, y en próximos años o meses serán entregados centros empresariales, comerciales y agrupaciones de vivienda.
También vale la pena anotar, que otros organismos del Distrito como las secretarias de Gobierno y Movilidad, la Defensoría del Espacio Público, la App Seguridad en Línea, fueron consultadas a través de derechos de petición o quejas pero no contestaron las respectivas peticiones, el mismo caso ocurrió con el Ministerio de Transporte.
Mientras tanto Juan Pablo Bocarejo, quien es el actual Secretario de Movilidad de Distrito, solo se limita a confirmar que los bicitaxis y mototaxis son ilegales y un riesgo para la ciudadana pero no se compromete con ninguna medida. Sobre el tema comentó: “Estos vehículos no tienen seguros, y ese es uno de los grandes riesgos que tienen los usuarios, por eso es importante que las personas no usen transporte ilegal porque no hay ninguna garantía”.
Esta situación es un llamado urgente a las autoridades competentes, en especial al Ministro de Transporte Germán Cardona, al Alcalde Mayor Enrique Peñalosa y al Secretario de Transporte Juan Pablo Bocarejo, pues los bogotanos no quieren que se repitan, los casos de Jonathan Garibello quien perdió la vida en el barrio Madelena en 2015 o el de Doris Gil quien quedó en silla de ruedas por un accidente ocurrido en 2017 al tiempo que su madre murió.
No obstante, surge la pregunta: con toda las evidencias de ilegalidad en contra, ¿por qué las autoridades nacionales y distritales no hacen nada para controlar este fenómeno?, ¿qué intereses están detrás de este tipo transporte?
