Lo que fue el Festival de música de Cartagena

Lo que fue el Festival de música de Cartagena

Ya demuestra tener permanencia y continuidad

Por: Maria Stella Fernández Ardila
enero 20, 2014
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Lo que fue el Festival de música de Cartagena

 

Fueron ocho días de Fábula, de Fábula y Música, con balance muy concreto, medible en cifras la la participación abierta e  incluyente del público que deja un balance de cobertura por encima de los indicadores esperados.

La Presidenta de la Fundación Salvi, organizadora del Cartagena, Festival Internacional de Música,  Julia Salvi, alma y pasión que da vida a cada versión que se realiza anualmente, lidera  el Equipo Humano del Festival, un verdadero equipo de altísimo rendimiento en cada uno de los puntos de acción y de gestión, sin pausa y con  una sonrisa que revela la mística de cada persona que se mueve al ritmo de todo cuanto no se ve para que suene la mejor música del mundo en el Festival.

Aplauso cerrado para los Patrocinadores en una respuesta sin precedentes en la historia de la gestión cultural de Colombia para garantizar la permanencia y continuidad del Festival con todas sus actividades. (Recomiendo consultar la lista de patrocinadores  en la página web del Festival: www.cartagenamusicfestival.com)

El balance en cifras del impacto en turismo, gastronomía, generación de empleos directos e inderectos,  y otros rubros adyacentes, se prevee completamente halagador para el desarrollo de la economía de Cartagena.

Aplauso cerrado para el Maestro Antonio Miscená, Director Artístico del Festival, quien durante un año prepara cada programa cual verdadero tejido de filigrana, al tiempo que también me resulta arriesgada su manera que tiene de combinar obras e intérpretes en cada recital por altos contrastes para lograr que todos los públicos se sientan identificados con la música de cada programa de concierto.

En suma, la ovación del público, miles de personas participantes cada día en la integralidad de la variadísima programación del Festival, dejaron la firma de éxito indiscutible a esta VIII  versión del Festival, igual que ha sucedido en la historia de los siete  anteriores, in crescendo, indudablemente!

La Música, el centro de la convocatoria. La Música en su más amplia variedad de  repertorio, en una programación distribuída en más de 100 actividades para todos: Música Clásica desde recitales de piano solo, piano a cuatro manos y dos pianos, con el famoso Duo francés de Katia y Marielle Lebéque, pasando por obras para Cuarteto de Cuerdas interpretadas con el sonido inefable del Cuarteto Borodin de Rusia, y la Orquesta residente del Festival, la Orquesta de Cámara Orpheus, de Estados Unidos… Imposible mencionar a todos los intérpretes colombianos y extranjeros invitados.

Pero si quiero resaltar la presencia de  Geza y los Virtuosos Bohemios de Hungría, con sus melodías gitanas, el Maestro Geza , como decía un vecino de asiento: parece la re-encarnación de Paganini! Y ellos también fueron a tocar a Palenque de San Basilio. Un acontecimiento cultural sin precedentes. En el programa de mano se resaltó : “ En su esfuerzo por llevar la música más allá de las fronteras de Cartagena, el Festival ha desarrollado un programa social y cultural que este año hará presencia en San Basilio de Palenque. El 12 de Enero a las 6:30 de la tarde, los habitantes de Palenque se encontrarán con los sonidos de Geza y los Virtuosos Bohemios, un concierto transmitido por televisión”… y efectivamente, esa tarde,  en Palenque ocurrió un hecho histórico.

Importantísimo el capítulo de la Música del Nuevo Mundo, en el cual participaron:  el Cuarteto Manolov y Rodney Theran en el Homenaje a la música colombiana y a sus compositores,  el arpa llanera de Elvis Diaz, las guitarras de Sergio y Odair  Assad, la poesía y tango de Mederos y la voz de Juan Manuel Roca recitando los poemas en reemplazo de Juan Gelman,- quien no vino justamente por sus quebrantos de salud y acaba de morir esta semana-.

Cada   versión  del Cartagena, Festival Internacional de Música, crea cada año una sonoridad nueva dentro de sus murallas para Colombia y para el mundo

Naturalmente, hay que  resaltar  el suceso del cierre del Festival con broche de oro: la reapertura del Teatro Adolfo Mejía para presentar ópera, la ópera ausente durante 60 años. En el entorno del eje temático del IX Festival: “Fábulas: la narración fantástica en la música del Siglo XX”,  se presentó LA CENICIENTA, de Gioacchino Rossini: cito el texto del Festival:  “ un gran esfuerzo del Festival para una producción original sin fronteras”, como subtitulo en el programa de mano. Más allá del esfuerzo, desde  mi personal apreciación-, fueron dos representaciones de altísima calidad, en una puesta en escena si pueda llamarse minimalista, ajustada con sobriedad a los recursos  y la viabilidad presupuestal que la hiciera posible. En definitiva , una gran apertura del telón de la Opera para Cartagena. El elenco de primerísima línea, y la selección de las cantantes colombianas preparadas por Alejandro Roca, alma de los procesos pedagógicos en la escena colombiana del canto lírico y de su acompañamiento de piano, fueron evidentemente de aplauso.  Increíble que todo el elenco de lujo pudimos disfrutar una ópera musicalmente impecable bajo la dirección del Maestro mundialmente famoso, Rinaldo Alessandrini, quien dirigió la Orquesta Joven de Colombia,opción artística de alto profesionalismo para los jóvenes músicos colombianos con talento. Felicitaciones a Helena Barreto, al Maestro Adrian Chamorro, violinista colombiano que  ha dedicado gran parte de su vida artística paralela a su actividad como solista, a la formación en Colombia de jóvenes de intérpretes dentro de la práctica orquestal en los exigentes estándares europeos.

Pero nada de esto habría sido posible sin el compromiso de Davivienda , cuyo patrocinio  impacta positivamente en el proyecto  de vida de más de  100  jóvenes colombianos participantes, como también,  destaco  su “Serie de Oro “presentada en la Capilla del Sofitel  Legend Santa Clara, su programación patrocinada de conciertos y conversatorios.

No sería posible repasar en este espacio todo cuanto sucedió, porque el Festival ha crecido como árbol fuerte y frondoso e innumerables ramas, pero si es necesario dejar constancia de los talleres de Luthería, de los niños y jóvenes graduándose en la Escuela Taller de Getsemaní aprendiendo de la mano de los Maestros de San Jacinto , de quienes  recibieron el legado de las gaitas y tambores, patrimonio cultural que Julia Salvi personalmente cuida de preservar para fortalecer nuestra identidad cultural.

DSC_0951 2 - Lo que fue el Festival de música de Cartagena

Julia Salvi y Geza, Violinista de la agrupacio Hungara: Geza y Los Virtuosos Bohemios

Hacer constar también el éxito del Programa Social Orquestal, dirigido a niños y jóvenes de escuelas y colegios de zonas vulnerables. “Sus actividades se realizaron en la Universidad de Cartagena, precisamente para fortalecer ese vínculo con la Academia”, según  indicó Adriana Ramos Beltrán, a cargo de Proyectos de la Fundación Salvi.   La presentación final se realizó en el Hotel Hilton, un concierto inolvidable por el exigente programa sinfónico interpretado por una orquesta de más de 100 niños y jóvenes,  bajo la Dirección de Héctor Pinzón, joven de 20 años, de quien me atrevo a pronosticar, podría llegar a dirigir la Filarmónica de Berlín, si cuenta con el apoyo para continuar su formación que va desarrollando de la mano de los grandes Maestros, Pilar Leyva, en la Cátedra de Piano  y del Maestro Jorge Zorro, en la Universidad Juan N. Corpas.

Capítulo especial del trabajo con los jóvenes en el Festival , es el “  Conciertos de  Jóvenes Talentos”, una oportunidad de luz para los jóvenes que anualmente son seleccionados y reciben esta distinción que sin duda los motiva y empodera en su camino de formación y profesionalización.

Y pareciera que todo está dicho, pero esto no es todo en el Festival:  La Fundación Salvi, entidad cultural sin ánimo de lucro, organizadora del Festival de Música de Cartagena , va aún más allá:

Con los conciertos gratuitos en los Barrios: en el Hogar San Pedro, en las Iglesias María Auxiliadora, y Cristo Rey, en la Plaza de San Pedro, (y en la Plaza de la Aduana se proyectan en forma simultánea), y a todos los espacios de concierto, los jóvenes estudiantes de las clases magistrales ingresan preferencialmente, generando  una cobertura en la cual la equidad social y la accesibilidad y por ende, la democratización cultural,  son factores fundamentales en los indicadores de evaluación para saber por qué es escencial el Festival en la vida de Cartagena y del país.

Al tiempo, para participar en el Festival se pueden adquirir boletas de distintos tarifas -por ubicación-, para asistir al Teatro Adolfo Mejía, a la Capilla Sofitel Legend Santa Clara, al Cerro de la Popa, a la Sociedad Portuaria, al Auditorio Getsemaní-Centro de Convenciones Cartagena de Indias-. ¡Y concierto en el Castillo de San Felipe-!

No es posible cerrar este balance de los procesos de creación, formación y desarrollo de públicos con alto impacto social como genera el Cartagena, Festival Internacional de Música, si no se mencionan los Conversatorios sobre interesantes temas sobre  Música, realizados  con la curaduría de Juan Carlos Garay, periodista musical, y en los cuales participaron, el escritor Héctor Abad Facio Lince-Cuarteto Borodin,  Fidel Cano, Director del Espectador sobre el modelo de gestión de la Orquesta Orpheus , y Fernando Toledo, Director de la Emisora 106.9 de la Universidad Jorge Tadeo Lozano sobre la Opera , con el Director Rinaldo Alessandrini, la mezzosoprano Daniela Pini, “Cenicienta” , entre otros participantes.

No es posible hacer balance del  Festival sin destacar la obra del Maestro Jim Amaral , artista invitado, creador de la imagen del Cartagena VIII Festival de Música y de la exposición “La Oreja Pasiva y otras fábulas”.

Aplausos y ovaciones diariamente recibió el Maestro Jaime Manzur con su exposición de las Marionetas y funciones diarias en el Museo de Arte Moderno, trabajo artístico de reconocimiento mundial. Todos los días a las 5 de la tarde, el público de todas las edades se maravilló con cada función programada dentro del amplio repertorio  fantástico , narraciones extraordinarias y óperas.

Sin duda alguna, el balance del Cartagena,  IX Festival Internacional de Musica es ganancia por donde se mida. Para el público de Colombia y los extranjeros que llegan atraídos por la calidad artística de un festival en el marco de la  belleza de Cartagena. Un público cada vez más diverso, precisamente  porque el Festival es cada vez más incluyente, medible  evidentemente en el  factor cobertura v.s.  accesibilidad.

Valga anotar, como resaltó el columnista del Nuevo Siglo, Emilio Sanmiguel,al referirse al público que asiste al Festival :  “el elegantísimo público, señoras y señores de la alta sociedad colombiana con vestidos y joyas finísimas, costosísimas ”, y es que el Festival de música de Cartagena  convoca a la participación desde la verdadera democratización cultural que es común denominador de la y la sensibilidad hacia la belleza de la música , y que confluye  en todos los espacios donde se realiza el Festival, en toda la ciudad de Cartagena, y más allá de sus fronteras. El Festival es  evidentemente una experiencia viva,  de inclusión social , ejemplo de calidad sostenida desde  la misión,  objetivos y metas  que la Fundación Salvi se ha propuesto cada año, desde su creación, con todos los Patrocinadores que la apoyan.

El Festival de Música de Cartagena es integral en su concepto, pensamiento y ejecución. En ocho años se evidencia un proceso de permanencia y continuidad como lo soñó al regresar al país , Julia Salvi, Presidenta de la Fundación Salvi.

Julia Salvi ha hecho posible un modelo de gestión empresarial para el Festival, más allá de su nombre personal, con infinita capacidad para  unir en torno a los valores de la Música, las voluntad de los empresarios para formar parte y  generar los  recursos y  acciones desde diversos sectores de la economía hacia un Festival de música clásica que va extendiendo su quehacer a géneros, artistas  y públicos. En este modelo de gestión, los empresarios y empresas  vinculadas al Festival  garantizan con su apoyo la existencia de éste Festival para todos los colombianos y para el mundo, traducido en indicadores medibles que revelan que si se están fortaleciendo los  procesos de crecimiento y desarrollo humano , como es evidente también la construcción de tejido social y calidad de vida de las personas a través del Arte de la Música.

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