Se supone que ya se van a reunir los llamados representantes del Centro en la campaña presidencial que se avecina. Se dio durante las últimas semanas, una gran presión ciudadana para que De la Calle y Fajardo buscaran una fórmula de unirse y así derrotar los extremos. Independientemente de lo que hoy suceda con la profunda vanidad de Fajardo y la ingenuidad de De la Calle, lo más importante en estos momentos es ser absolutamente realistas.
Lo primero que se debe mencionar es que los dos, por separado, han anunciado que ninguno sería el vicepresidente del otro. Además, para completar el complejo panorama, Clara López, la vice en la fórmula presidencial de De la Calle salió "con cajas destempladas". Lo segundo, es que a esta posibilidad hay que ponerle cifras y dejar de pensar en lo deseable y más bien aceptar lo que podría estar más cerca de la realidad que muestran las últimas encuestas, por cuestionadas que sean. En la última publicada el domingo anterior por El Tiempo, Duque obtiene el 35,4 % y Petro el 22 %. El Centro, llamado así en la desesperación de quienes no quieren de ninguna manera los extremos, solo obtiene el 16,1 %.
El Centro, llamado así en la desesperación
de quienes no quieren de ninguna manera los extremos,
solo obtiene el 16,1 %.
Lo tercero, de acuerdo a estos números, es evidente que Fajardo con el 10,4 % a quien no le falta super ego, no tiene nada que discutir porque evidentemente le gana a De la Calle quien tiene 5,7 %, y por lo tanto este último es el que debe prescindir de su candidatura. Cuántos del llamado Centro son fajardistas realmente y estarían dispuestos a votar de todas formas por Fajardo, es algo que está por verse. Pero de acuerdo a esta información de la encuesta más reciente, así se unan estos dos candidatos serían absolutamente derrotados por Duque y quedarían en tercer lugar después de Petro. ¿Vale la pena este esfuerzo cuando Fajardo está de cuarto si se contabiliza el 11,9 % del voto en blanco, y con este esfuerzo de unirse con De la Calle quedaría en tercer lugar? Y esto solo si no crece el voto en blanco, lo que podría suceder con la frustración de muchos. Con respecto a De la Calle, producto de esta unión con Fajardo, pasaría del puesto séptimo al tercero, de nuevo si no aumenta el voto en blanco.
Cuarto, lo que muchos ya están planteando es que esta unión de dos no resuelve nada y ganaría seguramente la extrema derecha porque Uribe difícilmente dejaría que el espíritu más conciliador y más tecnócrata de Duque se imponga. Y si Duque lo hace tendremos una doble oposición, la de Uribe a Duque y la del verdadero Centro y de la izquierda a Duque. Esta propuesta se basa en que, sumados los puntajes de Petro, 22.0 %, con la alianza Fajardo De la Calle, 16,1 %, se lograría superar levemente a Duque pero ninguno ganaría en la primera vuelta presidencial.
Pero a los que proponen esta alianza se les olvida el miedo que se ha logrado despertar en las élites colombianas frente a Petro, a quien se le atribuyen no solo todos los males de Venezuela sino muchos más. Cómo haría Petro para desprenderse del pánico que exitosamente sembró Uribe entre quienes siguen de alguna manera mandando en el país y dejar de ser un peso negativo en esta alianza. Si Petro en aras de salvar al país del uribismo cambiara elementos de su propuesta como la Constituyente y otros que espantan al Centro, perdería con seguridad a muchos de sus seguidores que son muchos, y que creen que con su discurso actual se pueden erradicar los grandes males actuales del país.
Conclusión. Solo un milagro nos podrá salvar, porque el futuro del Centro todavía está muy enredado, pero como en la política ocurren milagros, esperemos que el que queremos muchos, suceda.
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