A solo 20 minutos del puerto de Tumaco está Bocagrande. Era el paraiso de los caleños y tumaqueños, pero un tsunami arrasó con todo. El turismo se acabó y luego la guerra marcó al puerto del Pacífico. Pero hoy a orillas de ese mar hay un hotel, un oasis alejado de la violencia donde ni la señal del celular llega.
La directora de Las2orillas, María Elvira Bonilla, viajó entre los manglares para visitar la playa donde hace más de 50 años conoció el mar.