El Movimiento Colombia Justa Libres logró elegir un representante a la Cámara por Bogotá en las elecciones del pasado 11 de marzo, pero no pudo superar el umbral para convertirse en un partido político ni para elegir un solo senador. Con 431.000 votos, les faltaron poco más de 30.000; sin embargo, las sospechas comenzaron cuando Carlos Acosta, el representante electo del movimiento cristiano, revisó el preconteo de su mesa de votación y no encontró su voto registrado por ningún lado.
Acosta alertó de la posibilidad de un fraude electoral tal y como sucedió hace cuatro años con el Partido MIRA y su movimiento, en cabeza del exsenador Ricardo Arias Mora, se dio a la tarea de revisar los formularios E-14, en donde se anotan los votos de cada mesa, y encontraron que la votación inicial a favor de Colombia Justa Libres era mucho mayor a la que anunciaron en los boletines de la Registraduría Nacional.
Certificado electoral de Carlos Eduardo Acosta, quien votó en la mesa 96 de Unicentro, Bogotá, por la lista de Colombia Justa Libres.
En el formulario E-14 de la mesa 96 no aparece el voto de Carlos Acosta, lo que dio para que el movimiento cristiano revisara los demás formularios para comprobar los votos que finalmente demostraron que les quitaron.
Ante la Procuraduría, el movimiento cristiano presentó más de 4.700 quejas documentadas e interpuso cientos de tutelas para que les permitieran revisar los resultados de las mesas en las que sospechaban les habían quitado los votos. Héctor Pérez, uno de sus líderes en Cartagena, votó por la lista en la mesa número 6 instalada en la Universidad Tecnológica de Bolívar, pero su voto tampoco fue registrado. Luego de recoger esta información, Colombia Justa Libres se dio cuenta de que les habían quitado, por lo menos, los 30.000 votos que les hicieron falta para superar el umbral; sin embargo, según Ricardo Arias, con los recuentos que hicieron esperan llegar a los 550.000. “Nosotros nos inscribimos por firmas para las elecciones legislativas. En total recogimos más de 973.000 y sabíamos que el apoyo en las votaciones tenía que ser similar. Hace cuatro años les robaron los votos al MIRA, ahora nos tocó a nosotros”.
Con este nuevo resultado el movimiento cristiano logró superar el umbral y cambió la composición del Senado. Los 461.000 votos que ya tienen les alcanzarían para ganar tres curules en representación del pastor caleño John Milton Rodríguez, Eduardo Pacheco Cuello y el barranquillero Edgar Palacio Mizrahi. Y los que podrían perderlas son, según sus cuentas, el Centro Democrático, el Partido Conservador y la Lista de la decencia.
Pero la pelea no termina ahí y el movimiento todavía está a la espera de que se haga un recuento completo tanto en Bogotá como en el Valle del Cauca, pues creen que pueden elegir otro representante en la capital y uno más en el Valle. Entre las pruebas que lograron recoger para presentarlas ante el procurador Fernando Carillo, encontraron que solo en el departamento de Bolívar ya les fueron restados más de 3.700 votos a los otros candidatos. Además, recuperaron 6.460 en Bogotá, 2.209 en Atlántico, 1.669 en Córdoba, 1.62 en Sucre, 1.026 en Bolívar, 779 en Caldas, 716 en Huila, 659 en Magdalena y 586 en Tolima. Según Héctor Pérez, “entre 350.000 y 400.000 votos fueron inflados, por eso al final el umbral, que estaría quedando en 458.000 votos, bajó tanto. Si no, ¿qué otra explicación hay?”
A pesar de que el Consejo de Estado le advirtió a la Registraduría un posible fraude electoral en estas elecciones, Juan Carlos Galindo no tomó las medidas necesarias y ahora deberá responder por las irregularidades presentadas. Según Ricardo Arias, el fallo del Consejo de Estado que le dio la razón al Partido MIRA le exigía capacitar adecuadamente a los jurados de votación y a las comisiones escrutadoras; sin embargo, han recibido varias denuncias porque los mismos jurados confesaron que no sabían qué hacer cuando les pidieron un recuento de votos.
La inconformidad de los partidos políticos, quienes se dieron a la tarea de revisar uno a uno los formularios E-14 para que no les quiten los votos, con el proceso electoral crece cada día más y el registrador Galindo ahora está bajo la lupa de todos, incluyendo a las autoridades quienes tendrán que investigarlo por las inconsistencias en los resultados. Desde hace días el recuento de votos se está haciendo en Corferias. Tanto unos como otros desconfían de los resultados finales. ¿Aguantará el registrador Galindo en el cargo hasta la primera vuelta de las elecciones presidenciales?
