"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"— Rayuela, Julio Cortázar.
En esta nueva versión de la democracia de tres tercios, con los resultados de las elecciones y de la Consulta Inclusión social para la paz, hay un gran optimismo en la vocación de poder de quienes se han postulado a la presidencia y en la posibilidad de que haya acercamientos entre las candidaturas que se alejan de las élites tradicionales. El 11 de marzo, aunque no se puso toda la carne en el asador, la Consulta Naranja demostró en franca lid, que sin maquinaria ni grandes recursos, con grupos de presión en contra, guerra sucia, manipulación mediática y con base en propuestas, se le puede mover el piso al poder político actual. Felicitaciones a Gustavo Petro y a Carlos Caicedo por su sagacidad. Asimismo, mucho se valora el esfuerzo de quienes se postularon al legislativo. En medio de las dificultades, carencias y ataques, con dignidad sacaron adelante su iniciativa y seguirán con su compromiso con las causas nobles. Enhorabuena a quienes lo lograron; solidaridad y respeto con quienes hicieron el ejercicio con decoro pero se quedaron en el vía. Mejores tiempos vendrán. Los sueños de que otro mundo sea posible, continúan.
Vale la pena resaltar, las costuras más diversas del nuevo Congreso de la República. A pesar de que el grueso hace parte de la vieja política tradicional, de los mismos con las mismas mañas y vicios, abre un boquete, con la posibilidad de la consolidación dialógica de una fuerza alternativa que construya alianzas y coaliciones, para impulsar las profundas transformaciones legislativas que demanda la implementación de la paz y la democracia del siglo XXI.
Ampliar la democracia requiere de la dignidad, coherencia y decencia de quienes nos representen en el espacio de deliberación pública y de decisión del Congreso de la República. Nunca antes se habían elegido tantos parlamentarios alternativos. Resalto el liderazgo de la generación de relevo con nuevos senadores como Juan Luis Castro, Antonio Sanguino y Angélica Lozano en el Partido Verde, de Horacio Serpa en el Partido Liberal, y de Gustavo Bolívar en los Decentes. De líderes reconocidos por su lucha como Aída Avella, Gloria Flórez y Jorge Guevara. De Representantes a la Cámara como María José Pizarro y David Racero en la Lista de la Decencia o la continuidad de la voz de Inti Asprilla por el Partido Verde en Bogotá; la llegada de César Pachón en MAIS por Boyacá o de la grata sorpresa del artista zanquero Edwin Díaz de los Decentes en Santander, así como se saluda que siga la bancada del Polo. Hasta la fecha, remember previo a los escrutinios, son 15 representantes a la Cámara y 24 Senadores de los Sectores democráticos. Es clave su distribución en las comisiones de las distintas bancadas, en vista de que si se suman las circunscripciones especiales o minorías y el Mira, superarían el tercio de las curules. En coalición con la U y los Liberales serían una mayoría histórica.
Desde ese punto de vista, sería una iniciativa oportuna que este bloque democrático, de representantes y senadores del Partido Verde, del Polo Democrático, de la Lista de la Decencia (MAIS, ASI, Colombia Humana, la Opción es Clara y UP), del nuevo partido de las Farc, y hasta parlamentarios liberales de avanzada y de otros partidos, realizarán una convención con el fin de consensuar y declarar una alianza política pluralista, independiente, ciudadana, y progresista.
En esta concertación, considero pertinente se propongan, debatan y acuerden los proyectos legislativos y de control político necesarios para la nueva era de paz, por la apertura democrática, el desarrollo sostenible y por la decencia en la política. Señores parlamentarios alternativos, la invitación es a que busquen puntos de encuentro, salidas, propuestas y decisiones políticas. Es el momento. Transformar el país hacia la paz con justicia social equitativa es un propósito común que genera esperanza. Hay que estar a la altura de las circunstancias.
Al final de cuentas, sería clave que esta alianza parlamentaria también ponga de manifiesto su disposición colectiva a acompañar a una gran coalición a la presidencia que pacte un programa común para defender estas iniciativas de transformación, sea antes de primera vuelta o después. Alianza que se disponga a enfrentar y a derrotar a las élites tradicionales, con coherencia y compromiso en implementar las profundas transformaciones que reclama nuestra sociedad dolida y fragmentada. Únanse desde el nuevo cuerpo legislativo y venceremos. No nos sirve ni la dispersión ni la polarización. Nuestra respuesta es la vida: la coalición es el camino.