La última alarma que recibió Miguel Matus fue del propio director de la Dirección Nacional de Protección Diego Mora: el ELN lo iba a matar. Buscó refugio en la Brigada 30 del Ejército en Arauca. El peso de su familia en la Orinoquía y el apoyo del exPresidente Uribe, a quien conoció en el 2009, lo convirtió en una figura pero también en objetivo militar.
Ha tenido que hacer campaña en una tanqueta militar en varios municipios.
Miguel Matus Alvarado es el más joven de una dinastía política que originó su abuelo Miguel Matus Cile, de origen libanés. Hasta los años 90 era la familia más poderosa de la región. Se asentaron en Arauquita, donde el bisabuelo, don Narciso, sembró la primera semilla de cacao de la región.
Don Miguel fue juez municipal, concejal, alcalde, secretario y hasta intendente - solo hasta 1991 se creó el departamento de Arauca -, pero en realidad su gran pasión fue la literatura. Conocido como el gran historiador de Arauca publicó 17 libros y la casa de la cultura de su pueblo natal tiene su nombre grabado en la entrada.
Quiso que sus ocho hijos le heredaran la combinación de cultura y política. Rubiela es maestra, Edgar un médico que terminó dedicado a la política, y ahora Miguel, el nieto también le sigue los pasos al abuelo.
Miguel – el actual candidato al Senado - no entró a la política por la vía familiar. La propuesta le llegó directamente de Álvaro Uribe como cabeza del Centro Democrático. Lo conoció en 2009 como reportero en el Palacio Presidencial bajo la dirección de Clara Elvira Ospina en el Canal RCN. Luego pasó a Caracol también con el Presidente como fuente y luego le siguió los pasos desde las primeras reuniones para la creación del naciente Centro Democrático.
Desde el 2013 Uribe quiso vincularlo a la política y en gira por el departamento del Bolívar le propuso que entrara al Congreso. Matus no se dejó tentar, pero Uribe insistió tanto que cogió el teléfono y llamó a la mamá para que lo convenciera.
Matus quería seguir en el periodismo. Fue el enviado especial de Caracol Radio para cubrir la negociación del gobierno y las Farc en La Habana. Tuvo que hacer malabares para ganarse la confianza de los representantes de Santos, de las Farc y mantener las buenas relaciones con el Centro Democrático. Por este cubrimiento se ganó el Premio Simón Bolívar.
En marzo del 2017 volvió a recibir una invitación de Uribe. Ya no quería que fuera el candidato a la cámara. Le ofreció el Senado. Solo a él podía aceptarle a pesar de haber sido llamado a conformar listas por el Partido de la U, con Roy Barreras como vocero, y también por el Partido Liberal.
Son 73,000 araucanos que votan al Senado, y siempre lo han hecho por candidatos fuera del departamento. Decidió hacer campaña en la región donde su nombre es fuerte: Arauca, Yopal y Villavicencio. Su apuesta, los jóvenes. Su caballo de batalla, una ley que obligue a las instituciones del Estado a contratar el 10% de la gente recién graduada. Matus se propone la proeza de llegar en una región donde desde hace 20 años no elige un senador. Es el #37 de la lista del Centro Democrático que espera superar los 19 senadores que alcanzaron hace cuatro años. Matus quiere ser uno de ellos. Y Uribe también quiere que así sea.
@jjjaramillo2