Cada día que pasa, el mal llamado uribismo va mostrando más y más su desesperación al ver que su candidato, el Dr. Zuluaga, no despega en las encuestas. Ante tal situación utilizan una estrategia diseñada por su líder” “espiritual” que consiste en atacar al Presidente Santos ante cada cosa que diga o haga. Trinar hasta que les duelan los dedos para hacerle ver al país que estamos ad portas de un modelo que ellos denominan Castro-Chavista, designación que no tiene un propósito distinto que atemorizar a la gente al mejor estilo de los terroristas de las Farc.
Los colombianos nos estamos acostumbrando a que luego de una alocución o entrevista del Presidente de la Republica, debemos esperar la andanada de críticas del dueño del Ubérrimo: “Paz sin impunidad” pone en su Twitter el ex presidente sin el más mínimo asomo de vergüenza. Es como si de un día para otro hubiese olvidado, que si algo le faltó al mal llamado proceso de paz con las autodefensas fue precisamente el componente de justicia. ¡Pero mi Presidente tuvo la valentía de mandar a los paras a Estados Unidos!, dirá orgulloso unos de sus prosélitos, y todos debemos contestarle sin vacilaciones, le faltó valor para dejarlos en Colombia, le faltó al respeto a las víctimas que hoy dice defender, pues borró de un tajo la posibilidad de que esos paramilitares le contaran a los familiares de sus víctimas ¿dónde están sus cuerpos? ¿Qué pasó con sus seres queridos?, pero además, con su decisión de mandarlos fuera del país, se aseguró de que todos sus secretos quedaran bien guardados.
ante cada decisión del Gobierno de su antiguo escudero, la secta de la derecha arrecia en críticas, “este es el Gobierno de la mermelada” denuncia sin parar el Dr. Uribe, y aunque parezca mentira, todos sus seguidores repiten sin razonar semejante frase; no digo “semejante” porque no sea verdad, Para nadie es un secreto que la Unidad Nacional no es otra cosa que unirse en torno a los beneficios anejos al ejercicio del poder(El Sena para uno, esta ESE para el otro), lo digo porque nadie puede olvidar, nadie, como dice la canción de Rubén Blades “ Prohibido Olvidar”, que en los ocho años de Gobierno de Uribe se repartieron puestos por doquier y hasta se modificó en palabras de Fabio Echeverry un articulito de la Constitución a través de la asignación de Notarias y puestos para los congresistas adictos a lo que hoy descaradamente el Uribismo denomina mermelada. Vale la pena preguntarnos, ¿tienen tan mala memoria Uribe y sus partidarios? ¿o será más bien que piensan que son sus seguidores los que no recuerdan nada?. ¿Será tan ciega la fe de los adeptos de la ultraderecha a su caudillo, que lo han olvidado todo?. Es obvio que los candidatos del Centro Democrático recuerdan todo lo que pasó en ocho años de Gobierno, por una razón muy sencilla, como diría el escritor colombiano Fernando Vallejo: “Extrañan la teta pública”, cosa distinta es que en un acto de burla a la inteligencia de sus propios electores pretendan hacer ver los actos impúdicos de este gobierno como si en los ocho años de Uribe todo hubiese sido color de rosa.
Antes de ayer se supo la noticia de que Julián Conrado, Guerrillero de las Farc presuntamente detenido en Venezuela, se uniría a la delegación de ese grupo insurgente en la Habana pues en un gesto de buena voluntad, el Gobierno había retirado la solicitud de extradición que pesaba sobre él. Una vez se hizo pública la información, los candidatos del uribismo salieron a los medios de comunicación a criticar la decisión, ¿Cómo puede un presidente permitir que se deje libre a un guerrillero para que siga delinquiendo? se preguntan aterrados los amigos de la ultraderecha, una vez más olvidan de manera “conveniente”,que su caudillo liberó en 2007 a 150 guerrilleros de las Farc, decisión que se tomó sin estar en medio de un proceso de paz. Entre los liberados se encontraba Rodrigo Granda, uno de los guerrilleros más importantes de ese grupo (miembro del Secretariado). Granda nunca regresó a prisión y el Gobierno de Uribe se quedó con las ganas de tomarse la foto de la paz, misma que tiene miedo que sí pueda tomarse el heredero de la elite bogotana, al que hasta la fecha, en esa materia todo le está saliendo bien.
Son muchas las cosas que hoy le critican el ex presidente Uribe y sus seguidores a su ex compañero de mermeladas, críticas que sin duda se merece Santos, no queda duda, lo triste es que esas mismas cosas pasaron de sobra en los ocho años de Uribe, esa es la realidad que parecieran querer ocultar el ex presidente y sus candidatos, en lo que podría verse como una especie de burla a su electorado, pues tratan de lavarles el cerebro para que no recuerden que ese es el esquema que defendieron durante dos periodos de Gobierno.
Este es un llamado a recordar, a no olvidar, pues por el bien de Colombia está Prohibido olvidar.