Los primeros recuerdos de Andrés Santodomingo están asociados a la música. En Nueva York su papá, entonces el hombre más rico de Colombia, frecuentaba a su amigo entrañable Ahmet Ertegun, el hijo del embajador de Turquía en Washington, a quien había conocido desde el colegio en Georgetown en la década del 40. Entre recuerdos de escapes nocturnos al Howard Theater, a escuchar a los jazzistas de la época, Ertegun, quien fue padrino del primogénito de las Santodomingo, Julio Mario II, Ertegun se recreaba de orgulloso de se famoso sello Atlantic Récords que lo haría famoso.
Con la venta de su colección de discos de acetato la década del 50 y con USD$10 mil fundó la famosa disquera que impulsó las carreras de Ray Charles, AC-DC, los Rolling Stones o Snoop dog y que ahora respalda a los popularísimos Brunos Mars, Ed Sheeran o Wiz Khalifa. De las conversaciones con Ertegun, quien moriría a los 90 años al caerse en las escaleras del Bacon theatre, el templo musical neoyorquino, resultó la pasión Andrés Santodomingo por la música y los acetatos. A sus 39 años se ha propuesto proteger el legado de los Long Play con su sello Kemao.
Kemao nació en el 2002 y se ha situado como uno de los más respetadas productoras en la escena New Yorkina dispuesta a respaldar nacientes artistas The Sword, Dungen o Marissa Nadier. Su afán no es convertir en mega estrellas a los músicos sino darles plena libertad para que puedan crear lo que quieran. Un ejemplo de esto es Haxan, uno de los discos de Dungen, su artista estrella.
En realidad Andrés Santodomingo no tiene afán en que los artistas de Kemao se vuelvan demasiado populares. Con su fortuna cercana a los USD$ 4.800 millones, que lo coloca junto a su hermano Alejandro en el quinto puesto entre los jóvenes menores de 40 más ricos del mundo según Forbes, su aspiración no es hacer más plata, que ya tiene asegurada con la participación en Anheuser-Busch InBev, el mayor fabricante de cerveza del mundo con sede en Bélgica, después de su fusión en 2016 con SabMiller en el 2016, además de sus inversiones en Colombia a donde poco viene, y solo se mueve entre Cartagena y Baru. Escogio precisamente la Ciudad amurallada para su matrimonio en el 2008 con Lauren Davis, ex editora de moda de la revista Vogue, una socialite que tuvo a Ivanka Trump, Barbara Bush o la princesa Frydal de Jordania entre sus invitadas a su boda no el latino millonario.
Desde el 2011 vive en una casa de cinco pisos y 2.600 metros cuadrados en Gramercy Park en Manhattan, donde Andres tiene la sede de Kemado. La pareja pago USD$ 18 millones por la propiedad al inversionista Michael Hirtenstein.
Además de la música y el tiempo que emplea buscando talentos jóvenes para promover y enriquecer el catálogo de Kemado, le gasta tiempo y dinero a la conservación del medio ambiente. Forma parte de la junta de Conservation International. De su papá heredó la vena bohemia que lo hizo amigo del grupo de La Cueva en Barranquilla, Cepeda Samudio, Gabito y Fuenmayor. Comparte este filón con su sobrino Julio Mario Santo Domingo III, uno de los DJ’s más conocidos de Nueva York, contratado para amenizar las fiestas top, dos herederos que saben cómo disfrutar los millones que Alejandro se encarga de multiplicar.