Cansado de caer, de no encontrar la salida a este círculo vicioso de la vida que te impide alcanzar lo que quieres. Tres sílabas que te detienen, fracaso, perturban tu mente y ante eso no encuentras una solución. Las telarañas de tus pensamientos no te permiten ver con claridad. El esquema de derrota en tu mente, es lo que predomina, es lo que respiras pero no estás de acuerdo con eso. Piensas sólo en ganar pero la pregunta no se basa si sabes ganar o sabes disfrutar lo bueno que te sucede. La pregunta se centra en si sabes perder y aprender de lo sucedido para no volver a caer en ese hueco.
¿Cómo logras aprender de la derrota para modelar tu vida?
Rompe ese esquema de derrota que tienes. La victoria que llevamos en nuestro interior no se manifestará hasta que estemos preparados. Más te vale que sepas perder, pero con la frente en alto. Mira más arriba, allá en lo alto, en la cima de la montaña te espera tu recompensa. Puedes empezar por modelar a una persona de éxito. Una persona que sea un ejemplo a seguir en el campo que te quieres destacar. Estimúlate con una imagen de una persona que tome decisiones adecuadas. Unas decisiones que te permitan llegar al nivel de vida que deseas. No quieres escuchar consejos de autoayuda pero la forma cómo vives no es la que quieres. Estás bajo un conflicto interno, lleno de contradicciones que alargan el camino a tu meta. El explorador de la Antártida Sir Ernest Shackleton dijo una vez: “Los hombres no se hacen a partir de victorias fáciles sino en base a grandes derrotas”. Una gran derrota puede que te abra los ojos y te permita ver el nuevo rumbo a tomar.
Nada que valga la pena será fácil, todo llevará su esfuerzo. Modelar a una persona de éxito no es solamente un proceso de observación en el cual identificas que es lo que hace y como actúa en las diferentes circunstancias. Esa observación es solo el 20% del proceso total, el otro 80% es disciplina. La disposición que tienes para hacer lo que no quieres hacer, para superar la pereza y para transformar en hábito lo que te hará triunfar. La disciplina y solamente la disciplina es la que te va a dar la vida que muchos quieren pero pocos crean. Disciplina en lo que pensamos, disciplina en lo que hacemos, disciplina en cómo nos comportamos. ¿Vives cómo lo diseñaste o cómo la vida te trata? La disciplina es ajustable a la vida de cada persona, la puedes adaptar a tu estilo de vida. Evita la satisfacción a corto plazo, acepta la derrota y esfuérzate para después darte el lujo de disfrutar la vida con los que más quieres. El famoso pintor Pablo Picasso supo que no haría una gran obra sin antes exigirse a él mismo: “La inspiración existe pero antes nos tiene que encontrar trabajando”.
Haz que los hábitos de la duda y de la derrota se vayan por la puerta de atrás. Haz que nunca regrese lo que te frena y que sea bienvenido lo que te motiva y te mueve. Siéntete más fuerte con los avances que haces, siéntete más fuerte con lo que dejas atrás. Haz lo que sea para sentirte más fuerte en tu mente, porque de alguna u otra manera, de ahí empezará el pensamiento que se volverá en un sentimiento y acabará siendo la acción que te lleve a tu meta. Modela tu vida, ve por todo. Y ahora, ¿qué será de ti?
