En Colombia el 20 % de los profesionales desempleados duran un año sin trabajo. Este es mi caso particular, una mujer de 38 años, que con gran esfuerzo y dedicación para brindar un mejor futuro a sus hijas, decidió estudiar una carrera universitaria (modo virtual), mientras trabajaba, para ser hoy en día una psicóloga: recién graduada, sin experiencia y con muchas ganas de aprender y trabajar.
Lamentablemente en nuestro país para obtener un empleo "digno" debes salir de las mejores universidades o tener una palanca política que te ayude a conseguir un contrato o una provisionalidad en los cargos de la nación o el distrito, lo digo por experiencia propia.
Adicional a lo anterior, para algunas empresas debes cumplir con características como las siguientes:
- Joven (entre 20 y 30 años), aunque en algunos casos aceptan mayores de 35.
- Recién graduada por el mínimo (así seas profesional).
- Preferiblemente "practicantes" para no tener que pagar "salarios".
- Y si te exigen experiencia puede llegar a ser de dos (2) años en adelante.
En cuanto a la experiencia debo contarles que al ver cuán difícil era la situación por la que estaba pasando, me tocó llevar hojas de vida a todas las empresas que encontré en mi barrio para que me dieran la "oportunidad o posibilidad" de adquirir una certificación por un año como voluntaria, la cual necesito para postular a una vacante.
Para colmo de males, las bolsas de empleo no sienten respeto por las personas que duran casi tres horas o más presentando pruebas psicométricas para que algún día los llamen. Además, cabe decir que no es muy útil cuando te dan cursos para que crees tu negocio como "independiente" o peor aún que ofrezcan pañitos de agua tibia con un subsidio de desempleo para justificar lo que hace el "gobierno". Y qué decir de las páginas de internet donde puedes llegar a aplicar a hasta diez empleos diarios y nunca te llaman.
Caer en la trampa del desempleo profesional es fácil en Colombia y ni modo de salir a montar un carro de empanadas u otra cosa en la calle, porque en cada esquina encontramos a nuestros hermanos venezolanos buscando lo mismo que nosotros, lo cual no nos debe intimidar ya que el Ministerio de Trabajo dice que todo está bien y está centrado en ayudar a los jóvenes de este país (hasta los 28 años), porque el resto de personas no le somos de mucha importancia.
Para finalizar y aprovechando que se acercan las elecciones, exijamos a los candidatos que sean transparentes, que no prometan trabajos por un voto (cosa que nunca cumplen), pidamos que se pongan la mano en el corazón y que se bajen el sueldo para que no nos desangren más con tantos impuestos. Por último, señor presidente, exija a las universidades que no formen a las personas para el desempleo