El próximo 11 de marzo, junto con las elecciones al Congreso, los colombianos también podrán votar en dos consultas interpartidistas: una entre Gustavo Petro y Carlos Caicedo; y otra que enfrentará a Marta Lucía Ramírez, Iván Duque y Alejandro Ordóñez. El costo de esta consulta será de 33 mil millones de pesos, pero ¿son necesarias y efectivas?
Lo primero que hay que comprender es que las consultas interpartidistas son un derecho que la ley ha otorgado a los partidos o coaliciones para escoger sus candidatos a cargos de elección popular. Para quienes quieran profundizar pueden buscar la resolución 10005 de 2017. Hasta aquí todo parece correcto. Sin embargo, lo segundo, y más difícil de comprender, son las razones que tienen los partidos o coaliciones para llamar a estas consultas y el control que ejerce el gobierno para apoyarlas.
Por ejemplo, preocupa que la consulta que enfrenta a Petro con Caicedo se sepa definida de antemano. ¿Alguien duda de que Petro será el candidato ganador en esta por una diferencia seguramente abismal? Se podrá alegar que esta consulta es un ejercicio democrático o que legitimará a un candidato, pero esto no justifica el despilfarro. La consulta que enfrenta a Ramírez, Duque y Ordóñez parece más equilibrada porque en esta no hay certeza de quién podrá ganar. Pero en un marco político donde las coaliciones se arman y desarman a todo momento, y hasta en tiempo récord; los electores quedan en una especie de limbo. Seguro en próximas elecciones serán contrincantes. No hay una colaboración real de las instituciones para la elección de un candidato cuando este ya se sabe elegido, ni tampoco la hay con coaliciones de momento.
El pasado mes de noviembre se llevó a cabo la consulta liberal que enfrentaba a Humberto de la Calle con Juan Fernando Cristo. La consulta le costó al país 40 mil millones de pesos, para que en ella solo votaran 690.435 ciudadanos de un censo electoral de 35.091.924 colombianos habilitados para ejercer el voto. Es decir, participaron en la consulta tan solo cerca del 2% de los colombianos que podrían haberlo hecho. Las consultas que se llevarán a cabo este mes de marzo costaran un poco menos, 33 mil millones de pesos, gracias a que compartirán organización con las elecciones al Congreso. Pero van a costar. Y mucho. Aunque seguro habrá una mayor participación por reunirse tres votaciones ese día.
En total las consultas interpartidistas le costarán al país 73 mil millones de pesos, que duelen viendo los gigantes déficits en áreas como la salud y la educación. Lo ideal sería que partidos y coaliciones crearan sus propios medios para elegir a sus candidatos sin que esto implique generar costos de dudosa necesidad al país. Costos más dudosos en época de campaña electoral, cuando parece que se busca más ganar visibilidad entre la opinión pública que generar un beneficio para los ciudadanos.
