No vendo mi voto, no regalo mi voto, porque igual lo tengo perdido, sería una buena parodia del viejo poema bogotano, para la época de elecciones.
Alguien en Bogotá, con un acento muy rolo, me dijo respecto al tema: "las elecciones son un negocio en el que únicamente ganan ellos (los políticos)". Parece ser que los colombianos ya nos acostumbramos a que los políticos organicen sus campañas electorales con empresarios que tengan un interés económico en la cosa pública, es decir, que inviertan en los gastos de la campaña del futuro corporado, para después pasar su cuenta de cobro exigiendo unos contratos que pueden ser del doble o el triple del valor invertido en su manzanillo de turno.
El pueblito no es bobo, por eso, como ellos saben que la francachela y la comilona regulada por la ley 80 es solo para unos pocos, que están dentro de una logia secreta, que son adictos al erario público y que cada cuatro años pelean a muerte por estar dentro del mismo circulo del poder, entonces tienen que untarse de pueblo, tocar a la gente, cargar a los niños, besar viejitas, prometer trabajo a los muchachos, darle un puestico a los comunales y las escrituras a los invasores, y cuanta dádiva se les ocurra a ustedes imaginar, porque en época electoral todo vale.
Los agentes de tránsito convocamos a todos los ciudadanos del país a convertir su voto frágil y vulnerable por culpa de la politiquería en una herramienta para la defensa de los derechos de todos y de la ciudad, ¿cómo?
Colombianas y colombianos, los invitamos a convertir su voto en un sufragio útil, que decida en las transformaciones de la sociedad y que influya en las estructuras de nuestras ciudades, hagamos de la desicion en las urnas,una fuerza imparable y tan fuerte como la roca.
El trabajo es sencillo, nuestra propuesta es trabajar por la seguridad vial; entonces, antes de escoger su candidato, sea del partido que sea, fíjese muy bien que en su plataforma política hable de cómo va a fortalecer la seguridad vial, cuál es la propuesta para la educación vial en todos los planteles educativos del país y cómo diablos va a lograr que en realidad todos los colegios y escuelas cumplan con la famosa cátedra de la seguridad vial enunciada como un saludo a la bandera en la ley 769 de 2002 y que vuelve y suena como proyecto nacional para la básica pre-escolar, primaria y la secundaria en la ley 1503 de 2011 .
Si usted quiere aportar de verdad a la democracia tenga en cuenta únicamente candidatos que propongan luchar contra la violencia vial generada por la desigualdad y el vacío social que tiene este país, donde en mas de 800 municipios no usan casco en la motocicleta, en el 40% de los municipios del país se presenta la evasión para el uso del SOAT, unos que por los altos costos no tienen como comprarlo y otros porque al no existir autoridades que hagan el control no ven la necesidad de comprar el SOAT y tener la revisión al día.
Necesitamos un Congreso de la República que regule y aporte a la seguridad vial, así que no venda su voto, un accidente de tránsito amenaza a su familia.
