Sí, afrontémoslo, la ciudad esta en crisis. Lo interesante es que es posible que pocos sepan acerca de esto.
La ciudad de Bogotá, nuestra capital, se encuentra en las manos del apreciado alcalde Enrique Peñalosa. Candidato por el cual voté y voto por el cual hoy en día me siento avergonzado.
Voté por este candidato al pensar que era un ser integro, de buenos planes y serio en su actuar, valores que demostraban, para mí, que era un ser realmente interesado por el bien de nosotros los bogotanos. No obstante, tras pocos meses de haber asumido el mandato empecé a arrepentirme por la decisión tomada ese Domingo de votaciones.
Arrepentimiento que llegó a su clímax el día jueves de esta semana. Día en el que amanecí para dirigirme a trabajar y encontrar unos videos circulando en redes que mostraban cómo se había suspendido el servicio de la empresa de Aguas de Bogotá. Empresa encargada del recogimiento de residuos en más de la mitad de la ciudad.
Hecho que sumiría a la capital, supuesto motivo de orgullo colombiano, en un camino que podría dirigirla hacia la misma emergencia ambiental de la cual fue testigo Gustavo Petro, cuando ocupaba su puesto como Alcalde Mayor de Bogotá desde el Palacio Liévano.
Cuando el exalcalde se encontraba en dicho puesto, después de tres días de no recoger basura, el exprocurador Ordóñez, quien viéndose presionado por medios y élites políticas tomó acción y destituyó al entonces Alcalde. Hecho que recuerdo y me genera indignación.
Me siento avergonzado de mi voto por el actual alcalde. Hoy son más de cuatro días sin recoger basuras y poco o nada se ha visto cubierto en los principales medios de comunicación del país. Además, no solo está generando caos ambiental.
Me dolió ver en los videos previamente mencionados a madres de bajos recursos, empleadas de dicha empresa, llorar a cántaros mientras se les comentaba que se habían quedado sin trabajo. De la misma manera en que me dolió ver como a estos empleados, hombres y mujeres, los despejaba el ESMAD del lugar al que llegan todas las madrugadas para comenzar su turno laboral. Todo con el fin de evacuarlos del lugar de manera sencilla y sin solucionar su situación laboral, por ende social.
Esto solo muestra, que al igual que el Bronx, Peñalosa solo puede solucionar problemas con biarticulados, losas, parrilleros excluídos y fuerza pública, no con reformas de gestión pública significativas.
Me duele mi voto, extraño a Petro y su gestión, así a muchos les duela o los dejen inconformes esas palabras. Pero, a pesar de tan fuerte indignación, le doy gracias a Peñalosa, el favorito de nuestras élites.
Gracias por enseñarme a ser más consciente acerca de mi voto, gracias por enseñarme a ser cuidadoso con la información que llega de mi alrededor. Gracias por mostrarme que no a todo el mundo se le debe comer el cuento, en especial a quienes nos dirigen.
Por último, este marzo vote. Vote por quien le parezca, vote por quien quiera, pero hágalo informado. No importa si es Petro, Fajardo, Lleras o el primo Timo. Vote consciente acerca de qué es lo que esa persona le aportará a nuestro país con sus planes, y si de verdad con ellos nos sacará de tanta indiferencia, arrogancia, egoísmo e injusticia.
Seamos un país y una sociedad altruista. Vote bien, porque el que sigue no es el alcalde de nuestra ciudad, sino el presidente de nuestra Colombia, nuestra tierra, nuestra raíz.
