Haydée Milanés luchó durante 10 años por desmarcarse del apellido de su papá. La hija mayor de Pablo Milanés logró iniciar su carrera musical sin que se le asociara a la figura del cantautor cubano, referente de la nueva trova. “Renegué en un principio, no quería cantar sus canciones y no quería que me relacionaran con él. Me molestaba”.
Sin embargo, recuerda con nostalgia, cuando aún era una niña, las tardes de terraza que pasaba sentada en las piernas de Pablo mientras Silvio Rodríguez, entre trago y trago de ron, tocaba la guitarra y cantaba las canciones en las que estaba trabajando. Al final, Haydée terminaba dormida sobre su papá que la llevaba hasta su cuarto para seguir con la fiesta de música y ron.
Pasó sus primeros años entre La Habana y Bayamo, la ciudad natal de Pablo Milanés. Haydée presenció el nacimiento de una generación de músicos cubanos que marcaron una generación en toda Latinoamérica. Sin embargo, se lanzó al ruedo de los escenarios a los 18 años con el Cuarteto de Ernán López-Nussa, donde fusionaban los sonidos cubanos y el jazz con un potente piano de fondo. Recorrió la isla con el grupo y dio a conocer su voz que era considerada un instrumento más.
Nunca utilizó el apellido Milanés, y en 2001, cuando decidió comenzar su carrera como solista, grabó su primer disco en Nueva York con la disquera Emi México. “Haydée” a secas, como le gusta recordar aquellos años rebeldes en la música, le mostró el camino que la llevaría a Brasil, Perú y Colombia.
Su papá nunca se molestó por la rebeldía de su hija. Se sentía orgulloso de ver a su pequeña forjar su propio camino y que no copiara el trabajo de unos hombres que lo habían dicho todo con la guitarra. “Cuando ella regresaba a casa, volvíamos a la terraza y cantábamos las canciones que más nos gustaban”, asegura su papá.
"Después de seguir mi camino me di cuenta de que tenía que volver a beber de la fuente de la que tanto había aprendido". En 2008 Haydée se sentó al frente de su padre y le dijo que quería usar el apellido en su carrera musical. Oficializó el Milanés en su nombre artístico con un material en vivo grabado en el Hotel Nacional de La Habana. Cantó las canciones de su padre y comenzó a investigar más sobre la música cubana.
"Palabras", disco que grabó en 2014, fue el resultado de ese trabajo. Es una antología de la obra de Marta Valdez, una de las más importantes cantautoras cubanas del siglo pasado. Su influencia ha marcado las recientes producciones de Haydée y siempre la recuerda cuando da charlas sobre la música de la isla.
Haydée nunca se fue de la isla a pesar de construir una carrera internacional. Las giras por el mundo le han dado la oportunidad de vivir en otros países, y aunque hoy tiene una disquera que produce en México, ha preferido quedarse en Cuba para mantenerse al tanto de la movida musical. Hoy, con seis discos propios y decenas de colaboraciones, la cantante trabaja incansablemente en un nuevo álbum con las canciones más importantes de su papá, a quién le agradece haberle heredado el amor por la música del caribe.