Este cuento de Petro lleva velocidad de año nuevo para convertirse en el novelón del año.
Los dos canales de televisión, dueños de los culebrones conocidos, están afilando el lápiz de sus guionistas de melodramas y también de narco dramas para “premiarnos” en el 2014 con lo que ya nos regalan a toda hora noticieros, periódicos, programas de opinión, revistas, y hasta notas parroquiales y comunicados del LGBT y juntas de acción comunal.
Que tal la escena de Petro en el balcón de la alcaldía con su mujer y muchachitos a bordo, gritándole a los empleados distritales reunidos en la plaza de Bolívar, que el procurador lo sancionó por quince años: condena eterna. Condena eterna, que buen título para el novelón.
Y que tal el representante de los papicultores de Boyacá colocando su brazo en el hombro de Petro mientras éste, entusiasmado, se comparaba con todos los próceres de la independencia. Al mejor estilo de una partida de tejo.
Este novelón ya cuenta hasta con la opinión necesaria para convertirse en candidato al premio India Catalina. Aquí han opinado todos, eruditos, ignorantes, catedráticos, columnistas, ““panelistas” ( han visto últimamente la explosión de panelistas?), locutores y obviamente los que están en olor de votaciones en marzo.
El único que faltaba en el reparto ya llegó. Lo estaba cogiendo la tarde, no se podía perder tamaña cena de navidad. Hacia falta el personaje principal: llego Montenegro el fiscal, a exigir el papel protagónico en la novela. Quien mejor que el, quien con mas méritos para interpretarlo, quien con mas experiencia para reclamar ese papel.
Cuando se presentó al castin llevó como referencia las siguientes actuaciones:1.- PAPEL PROTAGONICO EN LA REDACCION DEL CODIGO DISCIPLINARIO QUE LE OTORGO LOS PODERES QUE TIENE EL PROCURADOR. 2.-PROTAGONISTA ESTELAR EN LA DETENCION DEL EX DIPUTADO DEL VALLE SIGIFREDO LOPEZ POR DELITO DE PERFIDIA.
Colombia y el mundo recuerdan estupefactos las contundentes acusaciones de la fiscalía a su cargo, afirmando que la nariz, la mano y la voz que aparecían en las filmaciones del secuestro de los diputados del valle, eran la nariz, la mano y la voz de Sigifredo López. El final de su actuación la recordamos todos con vergüenza.
Fue el papelón de su vida digno del premio Atila y del Oscar a la vergüenza nacional
Aquí llegó pues el protagonista de protagonistas, el capo de tutti capi, el boss of all bosses. Llegó como diríamos en lenguaje coloquial, el de aguadas. Con esos antecedentes y alguno más, que Dios nos coja confesados y preparémonos para la defensa de Petro que no le costara, afortunadamente, lo que le costo a Saludcoop
