Después de cuatro años, en marzo de este año se realizarán las elecciones al Congreso de la República. Así que este 2 de febrero veremos en el parque Padilla y en la catedral Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha el desfile en pasarela de los aspirantes al Senado de otros departamentos, con la hipocresía de que son “devotos de la vieja mello”.
Bien claro entendemos los guajiros que esos “falsos devotos” vienen es en “busca de votos” con el beneplácito y la anuencia de alfiles mercaderes de la política criolla que utilizan como contactos. Estos contactos realizan la tarea utilizando diferentes estrategias, como mercaderes políticos, obteniendo recursos económicos por la búsqueda de votos, recursos que solo les alcanzan para pocas semanas. Otros para mantenerse en determinados cargos públicos que ostentan, pero con la desesperanza de todo un pueblo, porque no les sirven a la Guajira. Algunos por la posibilidad de que los apoyen económicamente a futuras aspiraciones, que a la postre terminan siendo un fiasco para el departamento. Y por último aquellos que sin el pudor de su alma venden el voto por algunos pesos, que son consumidos en licor ese mismo día y si acaso alcanza para el desayuno de la mañana siguiente, poniendo en riesgo el futuro de todo un pueblo.
Definitivamente no aprendemos al no recordar lo que ha pasado en esos últimos cuatro años, en donde se votó por determinados aspirantes al Senado de otros departamentos sin ningún beneficio para la Guajira. Pero vayamos solamente a los últimos acontecimientos acaecidos en el departamento, donde los senadores que obtuvieron votos en la Guajira en las pasadas elecciones al Congreso del 2014, pudieron haberle salido al paso al Gobierno y a la prensa nacional en su defensa por la estigmatización de la que fue víctima y para nuestra desgracia nadie de ellos se pronunció. Entre esos acontecimientos están los constantes improperios al que fue sometido el pueblo guajiro al ser estigmatizado como los más “corruptos de Colombia”. Al tiempo fuimos afectados por el flagelo de la desnutición y muertes de no solo niños ni mujeres gestantes wayúu, sino de niños y mujeres afrodescendiente en el departamento. Y los senadores que se favorecieron del favor popular en la Guajira en total silencio.
Miremos las votaciones que obtuvieron los senadores en la Guajira en las pasadas elecciones de 2014 al Congreso que se hicieron y se han hecho los Shakira (sordos, ciegos y mudos): Ñoño Elías, 16.950; José Alfredo Gnecco, 14.595; Antonio Guerra de la Espriella, 9.922; Alfonso Mattos, 8.697; Armando Benedetti, 6.983; Yasmina Pestana Rojas, 4.361; Musa Besaile, 3.885; Roberto Gerlein, 3.743 y Horacio Serpa, 3.223.
Ninguno de estos “padres de la patria” se pronunció en defensa o para tenderle la mano a la Guajira por todas las descalificaciones y ofensas que el Gobierno y la prensa nacional le propinó a nuestro departamento. Si embargo, seguramente este 2 de febrero los veremos en el atrio de la catedral dándose golpes de pecho y desfilando por el parque Padilla, rodeados de sus contactos y entregando declaraciones falaces a los medios de comunicación.
Lo más triste de todo es que tampoco se les escuchó la voz para defender a la Guajira a los famosos seudo “notables” e “intelectuales” que viven a sus anchas en Bogotá, pero que tienen la desfachatez de decidir por nosotros, sin vivir ni sufrir nuestras necesidades y nuestros problemas. Todos calladitos.
Guajiros, los candidatos cuando se presentan a solicitar el voto al pueblo siempre utilizan el verbo “ayudar”. Al aceptarle el pueblo la palabra ayuda en su vocabulario, están esclavizándose a ser pobres de por vida. Para el político lo importante es el hoy, para él, el mañana no existe, así te mantienes dependiendo de él todo el tiempo.
Para reflexionar, los políticos aprueban leyes para el sistema de salud, pero ninguno de ellos, ni sus hijos van a un hospital público cuando se enferman. Los políticos aprueban leyes para el sistema educativo, pero ninguno de sus hijos estudia en colegios públicos y finalmente ellos aprueban leyes sobre seguridad social y ninguno de ellos ni sus hijos están amparados por los regímenes del gobierno. Se puede concluir que los políticos tienen de un país para ellos y otro país para el pueblo. A los políticos hay que decirles que no más engaño ni abuso al pueblo. Por eso es importante saber votar y por ende saber elegir. Existen alternativas de guajiros al Senado, observemos las mejores opciones. A votar y a votar a conciencia, porque si no lo hacen otros votan por ti. Digámosle a esos “falsos devotos” que respeten a la “vieja mello” y que se vayan con su circo a otra parte.
