Implantes PIP: asunto de salud, no de estética

Implantes PIP: asunto de salud, no de estética

Con la proliferación de los aumentos mamarios han aparecido médicos no capacitados, cuyas intervenciones producen grandes desfiguraciones corporales

Por: Manuel Tiberio Bermúdez
enero 18, 2018
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Implantes PIP: asunto de salud, no de estética
Foto: AP / Donna McWilliam

Gladys Arcila es una mujer que fue víctima de los implantes mamarios PIP, es decir, de la silicona industrial. Desde que descubrió el daño que causaba no ha cesado de trabajar en favor de mujeres implantadas con esos productos.

“Todo comenzó cuando me empecé a sentir enferma y no entendía qué era lo que me estaba sucediendo” dice.

“Cuando en el 2012 se conoció la noticia que los implantes mamarios fueron hechos con silicona industrial, me di a la tarea de hacer reuniones con alguna mujeres. En la primera reunión fueron 115 afectadas. A los quince días asistieron más de 250 mujeres, solamente, en la Ciudad de Cali; entonces comprendí que la afectación iba mucho más allá de un hecho superficial producido por un implante mamario”.

“Vi a muchas mujeres con los senos destruidos, otras con sus matrimonios arruinados por la desfiguración que presentaban sus cuerpos, mujeres frustradas por el repudio de una sociedad indolente que nos ha castigado, pues siempre nos señalan y nos juzgan por habernos realizado un procedimiento estético”.

“Lo que no se analiza es que esto no es únicamente un procedimiento estético, es una reconstrucción mamaria para las mujeres que hemos amamantado a nuestros hijos, y que sufrimos perdida de mucha grasa de la glándula mamaria. Entonces la solución que dan los cirujanos plásticos es colocar un implante para alcanzar una apariencia normal”.

Debido a la proliferación de este tipo de cirugías, han aparecido médicos que no están realmente especializados y producen grandes desfiguraciones corporales porque no tienen la experiencia para la realización de estas cirugías.

¿Qué ha hecho la Secretaría de Salud respecto al tema?

Según Gladys Arcila, la Secretaría de Salud se ha puesto a perseguir, más que a realizar campañas de prevención sobre los biopolímeros o las inyecciones para aumentar el volumen de algunas áreas del cuerpo y que también causan desfiguraciones a largo plazo y muchas afectaciones a la salud.

“En el Valle del Cauca, según cifras de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, fueron implantadas 15 mil mujeres, de las cuales ya han fallecido 8 debido a las consecuencias de la operación”, señala la entrevistada.

“Este es un tema delicado —dice—,es un asunto de salud pública y debido a las denuncias y presiones que he venido ejerciendo, de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, me hicieron un llamado y empezamos a evaluar información que yo tenía y que ellos también habían recogido y fue así como enviamos al Ministerio de Salud una petición que fue respondida con la resolución 258, por medio de la cual dan el aval para que los hospitales públicos de Colombia realicen el retiro de los implantes mamarios totalmente gratis”.

“Fue un gran logro para hacer la explantación a muchas mujeres que no tienen recursos económicos y que en algún momento pudieron realizarse la operación debido a que el esposo, o el novio, les pagó la cirugía, pero que hoy son mujeres separadas, divorciadas o viudas que ya no cuentan con los recursos, pero que tienen el problema vigente”.

“Acogiéndonos a la resolución 258, nosotros venimos haciendo presión al Hospital Universitario para que realice las cirugías reconstructivas, aunque hay que reconocerlo, es el único hospital a nivel nacional que ha realizado una gran cantidad de cirugías plásticas de reconstrucción mamaria para el retiro de los implantes PIP. A este momento ha operado a más de 550 personas”.

Cada vez que ellos dejan de hacer las cirugías, yo he promovido marchas y plantones en el hospital para que sigan cumpliendo con la ley.

¿Cómo ha organizado las marchas?, ¿cuál ha sido la respuesta?

“Las acciones de las mujeres frente estos casos es muy tímida ya que hemos sido muy estigmatizadas. Hemos sufrido el tema de bulling y violencia contra la mujer de manera muy fuerte pues nos dicen que eso nos sucedió por prostitutas, por prepagos, que uno se coloca un implante es para ofertar su cuerpo o por vanidad o por alcanzar los estereotipos de belleza que hay” dice con tono de desconsuelo.

“Lo que no se dan cuenta quienes así juzgan a las personas que se realizan un implante, es que hay un trasfondo diferente: somos mujeres, amas de casa, grandes ejecutivas o mujeres del común, mujeres humildes. No se trata de mujeres adineradas: el problema lo sufren todo tipo de mujeres: vendedoras ambulantes, empleadas del servicio, mujeres vendedoras de chance, etc., que han acudido a estas cirugías para mejorar su contorno corporal deteriorado, bien sea por el paso de los años o por amantar a sus hijos”, señala.

“También hay mujeres que nacen con un solo seno, o las que por accidente han perdido un seno, mujeres que han sufrido de cáncer y han tenido que amputarlas y en la reconstrucción mamaria les han colocado este implante dañino. Es a este tipo de cirugías que un gran número de mujeres se vieron abocadas para colocarse las prótesis mamarias y no es solamente por cuestión de vanidad”.

¿Qué respuesta ha recibido?, ¿qué han dicho los entes oficiales?

“Gracias a nuestro trabajo hemos encontrado solidaridades como el caso de la doctora, Mariluz Zuluaga, quien fue Defensora del Paciente. Con el apoyo de ella se ha hecho un arduo trabajo y se ha realizado seguimiento político al Hospital Universitario para que no pare las cirugías ya que se requiere con urgencia el retiro de esa silicona industrial que tanto mal esta haciendo a las mujeres”.

“La Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica ha colaborado en mantener contacto con las entidades oficiales del Estado para que emitieran la resolución 258 hoy vigente”.

“Se han tramitado proyectos de ley que cursan en el Congreso, y que hacen referencia a la vigilancia y al control a los cirujanos que no son plásticos sino estéticos y que no están capacitados para realizar estas cirugías de alto riesgo y que se hacen pasar por profesionales causando mucho daño a las mujeres”.

“Gracias a mi motivación he realizado marchas y plantones, he estado en otras ciudades alentando esta iniciativa. En el Hospital General de Medellín acogieron el llamado para que a las mujeres de esa ciudad les sean retirados los implantes. Estuve también en el Congreso Iberoamericano de Juristas en Panamá y allí denuncie estas prácticas para que internacionalmente se conociera el problema. He interpuesto una demanda en contra del Estado con respecto a toda la cadena solidaria, por haber permitido que estos implantes entraran al país. Allí está incluido el Invima, el Ministerio de Salud y Protección Social, algunas clínicas y hospitales y unos médicos que han colocado estos implantes después de estar prohibidos desde el año 2010”.

“La tarea que he adelantado ha sido ardua, larga y titánica porque prácticamente me ha tocado hacerlo sola ya que por la estigmatización, muchos hombres prohíben a sus mujeres que asistan a las marchas, porque se van a ver públicamente afectados, según ellos. Hay mujeres que trabajan en entidades públicas y les prohíben que marchen que realicen protestas, porque afectan a estas entidades, es decir nos tratan de callar. Yo tengo la gran suerte de ser una persona independiente lo que ha permitido seguirme pronunciando para defender a las más de 35 mil colombianas afectadas por los implantes mamarios y que se ha convertido en un problema de salud pública”.

¿Cómo está en la actualidad la situación con las demandas interpuestas?

“Frente a la demanda, el Estado ha sido negligente, se ha mostrado intransigente, es indiferente”.

“Mientras que a nivel internacional, las mujeres víctimas de estos implantes mamarios ya se ha reparado, en nuestro caso, en el Tribunal Superior de la Judicatura, han ido dilatando el proceso. Nosotros inicialmente radicamos la demanda en el Tribunal Superior en Cali, pero en el año 2016 decidieron trasladar las demandas interpuestas en el país para Cali, esto obviamente saturó con procesos a un solo magistrado quien iba a tener una tarea muy difícil para ejecutar. El año pasado nos cambiaron al Magistrado y pusieron uno nuevo para que estudiara todas las demandas que hay. Esto lo que hace es dilatar el proceso para no indemnizar y reparar, por parte del Estado, los daños causados por negligencia del Invima, el ente que tiene la obligatoriedad de regular y vigilar este tipo de dispositivos médicos que llegan al país”.

“Yo he hablado con el Invima, y su respuesta es que ellos son verificadores pero que como es un producto terminado que llega al país, ellos confían en la buena fe del fabricante y se basan en una ficha técnica pero no les realizan los estudios técnicos y científicos a los productos”.

“Ahí es donde, debido a la buena fe de las colombianas en los entes de control, se colocan un implante. Por esta confianza es que se suceden los daños y las muertes con las secuelas de hogares destruidos debido a la indolencia de los entes estatales a los que les corresponde la vigilancia de estos productos”.

Aparece en este momento una gran posibilidad para su trabajo reivindicativo y es la de llegar a la Cámara de Representantes. ¿Qué significa para su vida en lo personal y para el trabajo que viene realizando?

“La gran oportunidad que se me presenta es la de poder hacer más visible esta problemática y que sea atendida de acuerdo a la ley. Que se identifique y se valore de manera justa y objetiva el problema que hay, hacer conocer que ni a nivel nacional ni internacional, se están realizando los controles: ni a los medicamentos, ni a este tipo de dispositivos médicos y que están afectando y matando a millones de personas en el mundo por la ausencia de estas inspecciones”.

“Es la gran oportunidad para que se visualice la problemática que existe con todo lo relacionado a la farmacéutica, a la venta y comercialización de productos aprovechándose de un paciente que es dejado a la deriva en el momento en el que necesita solucionar sus problemas de salud. Es también la ocasión para ayudar a proponer proyectos de ley para el control y vigilancia de los médicos de clínicas y hospitales para que se hagan con calidad y de las mejores condiciones los procedimientos estéticos”.

“Que si Cali, está siendo reconocida como la capital mundial de las cirugías estéticas y existe un turismo denominado “estético”, que seamos esa capital pero con eficiencia y ética profesional”.

“Creo que esta también es una oportunidad de dar a conocer los problemas de vulneración que hay con la salud en las EPS, y poder gestionar, con el doctor Vargas Lleras, las propuestas que tiene sobre el mejoramiento de la salud para los colombianos”.

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