Las fuertes medidas de seguridad, que empiezan por su permanencia aislado en un patio especial, no impidieron que los reclusos de La Picota consiguieran hacer lo que desde hace un año esperaban: golpear a Rafael Uribe Noguera, el asesino de Yuliana Samboní.
Aguardaron el momento oportuno que ocurrió cuando este era trasladado a la Unidad de Sanidad de la cárcel. Se le abalanzaron 15 presos con la firme intención de lincharlo. Sin embargo, la rápida acción de los guardias de la cárcel impidió que la situación pasara a mayores, pero Uribe Noguera, a quien han intentado atacar en más de una ocasión, salió golpeado en el rostro. La agresividad contra Uribe Noguera ha sido una constante en el penal.