El 12 de noviembre de 1928 inició la huelga de los trabajadores de las bananeras ubicadas en cercanías de la población de Ciénaga en el departamento del Magdalena, tierras pertenecientes a la multinacional United Fruit Company. Sus trabajadores manifestaban su inconformidad por diversos motivos, entre ellos la falta de un seguro laboral.
En el país, los colombianos se enteraron a través de el corresponsal de El Tiempo el día 14, cuando los comerciantes manifestaron su preocupación en la afectación que podía tener esta protesta en el mercado barranquillero.
El día 29 de noviembre de 1928, según el corresponsal de ese diario que firmaba como Robles, esa falta de seguridad social, como lo llamamos hoy en día, era la principal razón de esta protesta.
¿En qué consistía este punto de la huelga?
Los directivos de la UFCO contrataban a unas cuantas personas y estas a su vez contrataban a otras para trabajar en las bananeras, pero en caso de que alguno de estos trabajadores sufriera algún accidente o en su defecto muriera la empresa no respondería por nada, aduciendo que ellos no eran contratados directamente por ellos.
Pero contrario a esto, recibían el sueldo de parte de la compañía a través de bonos que podían ser gastados en las tiendas que tenía la frutera conocidas como comisariatos y descontándoles la parte concerniente a la salud.
Gobierno, la multinacional y los trabajadores
Para el día 15, es decir dos días después del inicio de la huelga, según el corresponsal de Barranquilla que trabajaba para El Tiempo los miembros del partido comunista hacían todos los intentos posibles por detener esta huelga, ya que para ellos era inoportuna y desorganizada.
Días después, los trabajadores intentaron dialogar con los directivos de la United Fruit Company, pero fue imposible. De otra parte, el gobierno envió delegados para tratar de aplacar la protesta, pero tampoco tuvo éxito. Los trabajadores escribieron una carta al presidente Miguel Abadía Méndez para que sus peticiones escuchadas, pero esto tampoco resultó.
El 16 los huelguistas denunciaron ante la prensa los atropellos por parte del abogado de la compañía frutera. Además, la declaración de el estado de sitio dejó la pregunta entre los sindicatos de trabajadores de la mencionada empresa si el gobierno norteamericano tenía una potencial injerencia en las decisiones de nuestro país.
Finalmente, el primero de diciembre luego de varios intentos arreglar esta situación llegó la noticia desde Aracataca de que las conversaciones para resolver este problema habían fracasado y los trabajadores habían empezado a emigrar de sus lugares de trabajo quedando estas tierras en una completa soledad.
El presidente Abadía Méndez ordena al General Carlos Cortes Vargas para ser el jefe civil y militar de la zona bananera, por su parte es el secretario de guerra (hoy ministro de defensa) Ignacio Rengifo quien ordena reprimir la huelga de las bananeras dirigida al parecer por el líder sindical Raúl Eduardo Mahecha.
El hecho ocurrió entre los días 5 y 6 de diciembre de 1928.
¿Quién era Mahecha?
Según José Eduardo Rueda Enciso, Raúl Eduardo Mahecha Caicedo era un sindicalista oriundo de El Guamo (Tol.), nacido en 1884, su tío abuelo era el General de la guerra de los Mil Días José Ignacio Caicedo, conservador.
Con solo 15 años, Mahecha huye de su escuela y se enlista en las filas del gobierno durante esta revolución de los tres años con destino a Panamá, luego en 1903 con el rango de capitán hace parte de la expedición restauradora comandada por el General Diego Antonio de Castro con rumbo a poblaciones como Acandí.
Vuelve a Colombia en 1904 lo encontramos en Barranquilla, vive en lugares como Estados Unidos, a su retorno al país inicia la lucha contra el “colonialismo” impuesto por los norteamericanos especialmente en contra de empresas como la Tropical Oil Company y la United Fruit Company, protagonista de esta historia.
En el episodio de diciembre de 1928, Mahecha participa junto con otros sindicalistas en esta lucha obrera, el resultado fue la represión ordenada por el General Cortes Vargas, Mahecha es perseguido, considerado como preso de alta peligrosidad y huye por Aracataca, Fundación, Pivijay, Giraldo y Cartagena, de donde partió clandestinamente a Panamá.
Vive en distintas partes de américa latina, vuelve a Colombia, pero no participa de en ninguna acción política. Mahecha Caicedo falleció en Bogotá en 1940.
Los días siguientes
Después de ocurrido este hecho, en un comienzo hubo una confusión con el numero de víctimas las cuales en un comienzo fueron nueve y luego aumento a cien con más de 200 heridos y unos 48 capturados. Tiempo después se dice que fueron poco más de 3000 personas las que murieron en esa intervención del ejército por aplacar la huelga.
Luego, en los primeros días de enero de 1929, durante el balance del año que pasó fue publicado un articulo con las declaraciones del gobernador del Magdalena, Roca Niz quien relató desde el inicio el asunto de la huelga de las bananeras.
Además, aún se sentía en Santa Marta el estado de sitio, ya que los periódicos de la ciudad tenían en su interior espacios en blanco con el siguiente enunciado: “párrafos suprimidos por la censura militar”.
Además, el General Cortés Vargas y el gerente de la United Fruit Company firman un acuerdo en el que se aumentará gradualmente el sueldo de los trabajadores que se encontraban entre Riofrio y El Retén, así como el compromiso de construcción de hospitales y escuelas
El Censo de 1928
La razón principal de este escrito es por las declaraciones de la senadora María Fernanda Cabal habló sobre el suceso de las bananeras diciendo que no es más que un mito y que en esa época no habría las 3000 personas protestando en esa huelga.
Pues bien, justo en noviembre de 1928, con muchas dificultades se terminó el censo demográfico de ese año dirigido por el Dr. Jorge Wills Pradilla, quien dijo que solo en Bogotá para 1918 había 143,994 habitantes y que no con mucha seguridad en la capital del país vivirían más de 220.000 colombianos, esto en declaraciones al diario El Tiempo el 29 de noviembre de 1928.
Sin embargo, en el informe entregado por el mismo Wills en 1930, dice que en Colombia para el año 1928 tenia más de 7 millones de habitantes y en el departamento del Magdalena un total de 302.031 habitantes, y en 1929 se presenta una nueva huelga, esta vez de los cafeteros con una participación de unos similar a la prevista.
En conclusión, hay varios puntos que vale la pena dejar sentados, primero es que la huelga de las bananeras se realizó en la región de la magdalena, incluso una parte de las noticias emitidas acerca de este hecho fue en Aracataca tierra de García Márquez quien para ese momento tendría un año, pero su abuelo, el coronel Nicolás Márquez vivía allí.
Hay que recordar que vivía con su abuelo y era el quien el que le contaba las historias de su vida que, si bien son realismo mágico, no son del todo ficción cuando se emite un juicio de semejante nivel, hay que ahondar en el tema, no quedarse con lo que dice un solo autor.
Finalmente, libros como Cien años de Soledad de García Márquez o La Casa Grande de Álvaro Cepeda Samudio son textos que ilustran esos meses de noviembre y diciembre de 1928, que no solo tuvo esos problemas, sino que alternaba con los problemas petroleros en la zona del Catatumbo y el vuelo entre Colombia y Estados Unidos pasando por algunos países de Centroamérica del capitán Benjamín Méndez Rey a bordo de su avión el Ricaurte.