En horas de la mañana de este jueves dos camiones llegaron desde Norte de Santander a Río de Oro, un municipio del sur del Cesar que limita con Ocaña, repletos de campesinos encapuchados y armados. Los pasajeros hacen parte del grupo de manifestantes que desde principios de mes bloquean la carretera que comunica a Tibú con Cúcuta (Ver: La Batalla de Tibú).
Hasta el momento el movimiento se había mantenido al interior del departamento de Norte de Santander; sin embargo, el avance ha sido constante y desde hace un par de días los campesinos se habían ‘establecido’ en Ocaña, el último municipio de la frontera nortesantanderiana con el Cesar.
El miércoles 19 de junio llegaron al batallón de Ocaña aeronaves con miembros de la Fuerza Pública, incluyendo un grupo de apoyo del Esmad de Bucaramanga, para repelar —como ya Las 2Orillas ha informado que ha pasado anteriormente el avance del grupo de campesinos —.
El enfrentamiento con el ESMAD se dio en un sector de vital importancia para la movilidad de la zona, en la carretera que comunica a Aguachica (Cesar) con Ocaña y Cúcuta. Según informaron habitantes de la región en el momento del altercado, se registraron varias explosiones al interior de la congregación campesina e inmediatamente se atendieron en el hospital de Ocaña y otros centros de salud casos de mutilación de manos por manipulación de explosivos que no han sido identificados, aunque algunas fuentes consultadas aseguran que son papa bombas.
Según una médico del hospital, que pidió reserva de su nombre, uno de los heridos aseguró que fue obligado a participar de las protestas. Las versiones de algunos habitantes afirman que al menos en uno de los municipios aledaños tanto a Río de Oro como Ocaña los mayores de 15 años han sido sacados de sus casas para marchar contra su voluntad.
En su paso al Cesar los protestantes han saqueado un camión de Bavaria y se robaron dos camiones de gas y una tractomula de la empresa PerlaGas. De igual forma se registró la muerte de dos personas, padre e hijo, según las primeras versiones y un incendio en el cementerio de Ocaña.
Según información que brindó uno de los heridos, los manifestantes pretenderían quedarse en Ocaña por 15 días para generar un crisis alimentaria que llame la atención de las autoridades nacionales frente a sus demandas.
A pesar de que la vía de Río de Oro a Ocaña permanece cerrada —lo que afecta al municipio cesareño que mantiene una constante actividad económica con Norte de Santander —en este momento la situación está controlada en el Cesar, donde desde esta mañana la presencia de la Policía y del ESMAD ha logrado frenar el avance a Aguachica y el restablecimiento de la vía Río de Oro-Aguachica, aunque con paso restringido.
Hoy los habitantes del pequeño pueblo del Cesar están en vilo, encerrados en sus casas por órdenes del Municipio, esperando que la situación no se torne más complicada y rogando porque el Gobierno se interese por este movimiento que en menos de 10 días logró saltar las fronteras.
Nota ciudadana