Leones de Itaguí consiguió el día de ayer su anhelado ascenso tras varios campeonatos intentándolo. Este pequeño equipo antioqueño, que juega en el sur del Área Metropolitana de Medellín, se convirtió en el nuevo inquilino de la máxima división del fútbol colombiano.
Sin embargo, el ascenso de Leones trae consigo una pregunta ya recurrente en los periodistas deportivos e hinchas en general: ¿qué pasa con los Pereira, Cartagena, Cúcuta, Quindí0, que no logran consolidar una campaña y ascender a la primera división? Estos conjuntos tradicionales se hunden en los infiernos de la "B" y parecen estar cómodos en ellos, o al menos a quienes les interesa.
Es inevitable pensar que equipos como Leones, con poca hinchada e infraestructura, no deberían ser quienes asciendan, pero también sería extremadamente injusto no reconocerle a los conjuntos chicos los enormes esfuerzos que deben realizar para mantenerse en pie y trazarse objetivos deportivos cada año. Desmeritar su ascenso no hará que los tradicionales asciendan.
Leones, así como Fortaleza, Tigres, Centauros (ya no existe) y otros tantos inquilinos de la A que han logrado su ascenso a fuerza de pulso y trabajo, deberían ser el ejemplo a seguir de aquellos tradicionales que cada vez están más lejos de ser equipos de primer nivel. El fútbol colombiano los necesita, pues representan hinchadas y ciudades importantes del país, además de clásicos regionales y partidos con historia nacional.
Leones, entonces, volvió a mover la fibras de quienes reclaman a los tradicionales en la "A", ¿pero que tanto efecto tendrá en los directivos? Al parecer el mismo del año anteriores, poco o nada. Estar en la "B" parece más cómodo para estos administradores y dueños; el logro deportivo y la victoria no les dará el dinero y la tranquilidad con la que gozan en su actual situación. A estos directivos no les importa la camiseta, ni los triunfos, a estos señores les interesa el dinero de la T.V y el silencio que cubre, cómplice en ocasiones, lo que pasa en la segunda división.
Si queremos más equipos tradicionales y menos equipos "chicos", entonces debemos empezar a exigir a las directivas que cumplan con los objetivos que deberían tener estos equipos. Leones es la consecuencia del buen trabajo y la seriedad, pero también de lo mal que lo hacen quienes tendrían que poner el orden.