En la presente anualidad, el índice de violencia en Valledupar ha tomado mayor afluencia. Son comunes los atracos y homicidios en cualquier espacio de la ciudad, lo que preocupa proporcionalmente a la ciudadanía, que vive bajo la zozobra y el miedo. Por eso, el alcalde de Valledupar Augusto Daniel Ramírez Uhía, como primera autoridad responsable del orden público, dio a conocer las medidas de seguridad que tomará la administración para contrarrestar este flagelo.
Al escuchar hablar al alcalde respecto a la prohibición de las motocicletas los días miércoles e intensificar la vigilancia de la prohibición del parrillero hombre los días sábado se me vino a la mente el libro Donde está la franja amarilla de William Ospina. Ahí rememora a Estanislao Zuleta, quien solía decir “no hay que confundir las causas de las cosas con las condiciones que la hacen posible” y remata William Ospina anotando"por ejemplo decía —si a uno le cuentan que alguien suicidó arrojándose de un octavo piso, y le preguntan cuál fue la causa de la muerte, uno no responde que la ley de la gravedad, pues bien, en Colombia continuamente confundimos las causas de las cosas con las condiciones que las hacen posible. Si un par de sicarios asesinan a alguien desde una moto, al día siguiente prohibimos las motos. De la misma manera, confundimos las causas. La delincuencia común es hija de la miseria y de la exclusión, pero siempre hay alguien interesado en acabar con la delincuencia, sin alterar para nada esas condiciones de injusticia”.
El alcalde de Valledupar confunde estos dos conceptos, pues no se le ocurrió otra idea de atacar la delincuencia, sino restringiendo el tránsito de motos los días miércoles, como si los delincuentes solo atracaran y asesinaran los miércoles o si la moto fuese la causa de la inseguridad y violencia, y no la desigualdad social y las grandes barreras de exclusión que vive nuestra ciudad. Por este camino llegaremos al punto de cerrar las distribuidoras de motocicletas, peor aún, cuando comience el fleteo en diciembre por las primas salariales, entonces el alcalde mandará a sellar los bancos y que los cajeros no funcionen los viernes, porque ese día los índices de hurto son más, entonces la culpa es del cajero automático y del día viernes.
Por Dios, señor alcalde. En la medida que prohíba el trafico de motos y ataque el mototaxismo sin una respuesta de empleo, en vez de bajar la criminalidad la aumentara, porque con esas medidas usted contribuye a la desigualdad social, estas acciones no son más que la legalización y justificación del crimen. En una ciudad como Valledupar con altos índices de desempleo, donde la gente vive del mal llamado rebusque, ventas ambulantes y mototaxismo, al establecer medidas restrictivas como las del alcalde le arrebatamos el sustento diario a muchas familias, que de forma legal se ganan la vida, dejándolas a las puertas de la delincuencia como medio de subsistencia.
Se lo que irán a decir, y para ello vuelvo a citar a William Ospina “La culpa de la pobreza esta en los pobres, la culpa de la delincuencia en los delincuentes, y la culpa de los sicarios en las motos que los llevan a cometer sus crímenes”. Pues no señor alcalde, usted fue elegido para garantizar la vida y honra de los ciudadanos y en mayor escala su responsabilidad esta en garantizar derechos, no en restringirlos y menos en un estado de derecho como el colombiano, no puede usted venir a culpar de manera genérica a un grupo de personas como generadoras de violencia, al escuchar sus medidas de seguridad me acuerdo de mis días de estudiante de derecho, como si escuchara la teoría del delincuente de Cesare Lombroso, pues usted presume que los mototaxistas son malhechor, o peor aun sospecha de las personas que se movilizan en motos, por el solo echo de moverse en ellas usted le imprime la categoría de delincuentes en potencia.
Los problemas de ciudad son más profundos y serios, los verdaderos generadores de violencia están en la omisión y miopía estatal que no ha hecho frente a las verdaderas necesidades del pueblo, que espera que sus mandatarios respondan con estrategias gubernamentales a la inequidad social, al desarrollo de programas educacionales que cualifique la mano de obra de los habitantes de la periferia, que las acciones del estado estimulen el empleo formal; pero este tipo de acciones tan solo trazan un muro delimitante entre la miseria y los más favorecidos, puesto que le garantiza la libertad de transito y trabajo a los habitantes de novalito y el norte de la ciudad, pero restringe la movilidad de las personas de los guasimales, la victoria, nuevo milenio, mareigua entre muchos y de paso deja sin comida y sin sustento a mas de 6 mil familias que viven del mototaxismo en la ciudad.