Eva y Adele se autoproclaman las gemelas hermafroditas del futuro. Nacieron hombre y mujer pero hace 24 años decidieron perder su género. Se visten de falda y vestido, llevan la cabeza rasurada y utilizan un exagerado maquillaje. No se conocen sus nombres ni edades reales pues dicen que aterrizaron en su máquina del tiempo en Berlín antes de la caída del muro en 1989. A partir de ese momento se dedican a visitar las ferias de arte contemporáneo más importantes del mundo con sus pintas futuristas, asegurando que son una obra de arte en sí mismas.
Esta inseparable pareja austro-alemana se casó en 2011 cuando la ley le permitió a Eva quien biológicamente es un hombre, cambiar su sexo en el registro civil de nacimiento. El matrimonio homosexual es legal en Alemania desde 2001 pero sólo hasta que la corte aprobó el cambio de sexo sin necesidad de transformar el cuerpo, Eva y Adele pudieron casarse como una pareja femenina.
Eva es pintora y Adele escultora, formaciones que han utilizado para crear un diario personal que puede verse en esta página web . Durante años se han filmado y fotografiado a ellas mismas, dejando un registro que les ha servido de modelo para crear sus famosas series de pinturas de colores pasteles. En ocasiones han aparecido haciendo video arte como complemento de su performance aunque no necesitan nada más que su ropa, siempre idéntica, para llamar la atención de los visitantes de las ferias. Ellas afirman que donde quiera que vayan el espacio se transforma en un museo pues Eva y Adele son una obra de arte ambulante.
Estas abanderadas de la frase “No somos ni hombres ni mujeres sino que inventamos nuestro propio sexo”, buscan romper con las barreras del género a través de su propio cuerpo. Su performance reafirma las premisas sobre la construcción del sexo en cuanto un órgano genital no las hace hombres ni mujeres sino que estas identidades pueden ser creadas a elección propia. Para ellas un pene o una vagina no determinan si somos hombres o mujeres sino por el contrario nos dan la posibilidad de transitar entre ambas posibilidades.
La promesa de amor de Eva y Adele fue nunca pasar una noche separados ni recibir huéspedes en su casa sin que su imagen esté perfectamente producida. En una entrevista para el periódico The Guardian, Eva dijo que eligió su nombre por el significado que tiene en la mitología cristiana: Eva fue hecha a partir de la costilla de Adán, el primer hombre de la tierra. Y cuando le preguntan por su nacionalidad dice “Venimos del futuro, pero aprendí alemán en Viena.”
Hace una semana Eva y Adele caminaban agarradas de la mano en medio de Picassos, Miros, Boteros y Dalis en los pasillos del Art Basel de Miami. Muchos desviaban la mirada al verlas pasar tal vez porque para algunos resultaban más interesantes que lo que estaba exhibido en las paredes. Las sombras negras que marcaban sus ojos y el lunar en medio de las cejas señalando el tercer ojo les deba un aire hinduista que hacía inevitable no mirarlas. Más que por su vestimenta la energía que desplegaban en cada sonrisa las convertía en un imán que obligaba a seguirlas por todos los pasillos de la feria.