Lamente es la postura de muchos de nuestros compatriotas y en particular la de los funcionarios públicos que siendo elegidos por voto popular se atreven a formular que las acciones implementadas por la Procuraduría General de la Nación “ son un atentado a la democracia”; en un estado de confusa conveniencia particular y al calor de las próximas elecciones se atreven a juzgar ligeramente y a señalar que tendrán que “analizar los super poderes de esta Entidad”, lo cierto es que en la historia reciente de nuestro país nunca antes un Procurador se atrevía a destituir a tantos y tan variados funcionario públicos , todos entendíamos que había un ente del Estado que se denominaba Procuraduría pero hasta estos días hemos visto como funciona, su acción se encamina a “velar por el correcto ejercicio de las funciones encomendadas en la Constitución y la Ley a servidores públicos” de tres maneras disciplinariamente, de manera preventiva o por intervención, y, es allí precisamente donde está actuando; Para muchos personajes es inconveniente que un organismo opere adecuadamente porque ven sus particulares intereses amenazados y más cuando demuestra lo eficaz que ha sido, es decir está funcionando. Por otro lado, estas destituciones advierten al funcionario público elegido por voto que SI existe control y vigilancia , que él no es INTOCABLE; y la sentencia advierte que puede perder su actividad como funcionario público, en otras palabras: SEÑOR SERVIDOR PÚBLICO SEA CORRECTO Y CUMPLA CON SUS OBLIGACIONES O MIRE LO QUE LE PUEDE SUCEDER, pero como era de esperarse se quiere estigmatizar la labor y el buen trabajo de otros, tal y como sucedió con la Fiscalía general de la Nación en su periodo anterior y como sucede con la Contraloría General de la República; que muchos quieran confundir o que estén confundidos, es diferente a ignorar una realidad que está presente ante nuestros ojos. Entonces, ¿que persigue esta Entidad? : PROTEGERNOS, respondo.
