De entrada, quiero aclarar que no soy hincha ni simpatizante de Atlético Nacional, tampoco un argentino arraigado en Colombia, pero soy de los que está de acuerdo con que Franco Armani sea convocado a la Selección Colombia. El argentino, naturalizado colombiano y referente en el arco de la liga local merece una oportunidad, no solo por su destacado nivel, sino porque la tricolor lo necesita.
David Ospina tiene escriturada la portería en el combinado patrio, a sus 29 años disputará el Mundial de Rusia y muy seguramente seguirá siendo el dueño de la posición para Qatar 2022. Sin embargo, el antiqueño parece no tener competencia si siguen convocando a un intermitente Camilo Vargas (quien desde que se fue de Santa Fe en 2014 no ha podido consolidarse en ningún equipo), a un Leandro Castellanos que cumple pero no se destaca o a un David González, quien está quemando sus últimos cartuchos como profesional.
En contraste con lo anterior, encontramos a un Franco Armani que a sus 31 años está en la cumbre de su carrera deportiva y que desde hace rato se instaló en la categoría de leyenda para los seguidores de Atlético Nacional. Desde que llegó al club paisa en 2010, el guardameta ha cosechado 13 títulos en el que se destaca la Copa Libertadores del año pasado.
Armani estuvo cerca de llegar a River Plate tras la salida en 2016 de Marcelo Barovero, pero su pasión por la ciudad de Medellín y su compromiso por la escuadra verde no permitieron materializar dicha transferencia. Tanto así que en cierta conferencia de prensa Andrés de D´Alessandro (jugador de River en ese entonces) señaló: “Armani se va a arrepentir de no venir a River”… palabras erróneas porque meses más tarde era el rey de América.
Ahora bien, estaría de acuerdo que no convocaran a un nacionalizado si la Selección Colombia en toda su historia no hubiera dejado vestir con sus colores a un foráneo, pero los libros de historia reseñan otra cosa: Jorge Ramón “La Fiera” Cáceres (argentino), Luis Gerónimo López (argentino), Jorge Abraham “El Turco” Amado (argentino), Raúl Ramón Navarro (argentino), Nelson Silva Pacheco (uruguayo) y Hugo Horacio Lóndero (argentino) ya defendieron en el pasado nuestra bandera. Tanto así que Lóndero y Silva Pacheco contribuyeron en el subcampeonato que logró Colombia en la Copa América de 1975.
Cada combinado nacional está en su derecho de convocar a quien mejor le parezca, pero con todo respeto, creo que Colombia debe dejar ya el prejuicio de no llamar a nacionalizados cuando hay potencias del fútbol que sí lo hacen. Y aquí va esta lista de naturalizados que han cosechado importantes logros:
Eder (nacido en Guinea – Bisáu) campeón con Portugal en la Eurocopa de 2016.
Miroslav Klose (nacido en Polonia) campeón con Alemania en el Mundial de 2014
Marcos Senna (nacido en Brasil) campeón con España en la Eurocopa de 2008.
Mauro Camoranesi (nacido en Argentina) campeón con Italia en el Mundial de 2006.
Marcel Desailly (nacido en Ghana) campeón con Francia en el Mundial de 1998 y Eurocopa del 2000.
Christian Karembeu (nacido en Nueva Caledonia) campeón con Francia en el Mundial de 1998 y Eurocopa del 2000.
Patrick Vieira (nacido en Senegal) campeón con Francia en el Mundial de 1998 y Eurocopa del 2000.
David Trezeguet (nacido en Argentina) campeón con Francia en el Mundial de 1998 y Eurocopa del 2000.
Jorge “El Mago” Valdivia (nacido en Venezuela) campeón con Chile en la Copa América de 2015.
Fernando Muslera (nacido en Argentina) campeón con Uruguay en la Copa América de 2015.
Aunque nunca ganó nada importante defendiendo los colores de Holanda, hay que destacar a Edgar Davids, insignia de los “tulipanes” a mediados de los 90 y quien nació en Surinam, al igual que muchos otros futbolistas que vistieron la camiseta naranja. También encontramos un caso en Argentina, nación que desde siempre ha sido fábrica de jugadores talentosos, pero que invitó a lucir la albiceleste al nacido en Francia, Gonzalo Higuaín. La denominada “generación dorada” del balompié español tampoco se resistió por incorporar en su plantilla al extranjero Diego Costa quien nació en Brasil.
¿Los anteriores equipos por qué sí pueden llamar naturalizados y Colombia no? ¿Acaso Armani no se lo merece futbolísticamente hablando y no ha dado suficientes muestras de aprecio por nuestra tierra?.
Nadie está diciendo que llegue a desbancar a Ospina sin justa causa, solo se está pidiendo una oportunidad para competir sanamente (la carrera por el arco puede aumentar el nivel de Ospina) como colombiano de corazón que lo declaró la Cancillería y Presidencia.
Llegó la hora de acabar con prejuicios, nacionalismo arcaico e ideales obsoletos para ampliar la baraja de futbolistas que nos pueden brindar una mano en tiempos de escasez.