Cada habitante de Bogotá debería contar al menos con 10 metros cuadrados de zonas verdes y a duras penas tienen la tercera parte por habitante. Son escasos los espacios que existen en la ciudad para hacer caminadas largas en medio de la naturaleza y sin la contaminación habitual. El sendero de 9 kilómetros alrededor de la Quebrada La Vieja se convirtió en uno de los recorridos de los habitantes de Bogotá. Localizado en un punto central sobre la avenida circunvalar, el sendero recibía diriamente hasta 2000 caminantes entre las 5 de la mañana y las 12 del día, una experiencia única.
El grupo Amigos de la montaña, liderado por Andrés Plazas, ha sido promotor de este destino, pero también busca recuperar otros puntos en los cerros de Bogotá donde existen 196 caminos por rescatar y garantizar la seguridad para que la gente pueda disfrutarlos. El acceso de la Quebrada La Vieja está cerrado desde hace un mes y permanecerá así un tiempo más hasta que la CAR y el Acueducto de Bogotá logren regular el flujo de caminantes permitido sin afectar el equilibrio de la montaña.