Recientemente, en una decisión que no sorprenden a nadie, la Corte Constitucional dio un “blindaje” jurídico al ilegítimo acuerdo entre la élite corrupta encarnada por Juan Manuel Santos y el terrorismo que representan las Farc.
No sorprende que la mayor cortesana de nuestros días, la poco honorable Corte Constitucional, decidiera una vez más en contra de los colombianos y a favor de la élite terrorista y la élite gobiernista encarnada por Juan Manuel Santos. La decisión que tomó: “blindar” el acuerdo de paz negociado en La Habana, dejando a los próximos tres gobiernos sin la posibilidad de realizarle cambios ni de forma ni de fondo.
Durante 12 años, los presidentes, el Estado en pleno y todos los colombianos estamos obligados a dar cumplimiento al acuerdo con las Farc. Es decir, la impunidad será rampante, ya que ni una “coma” se le puede cambiar al pacto.
Muchos celebraron esta decisión, como era de esperarse, sobresaliendo los casos de Claudia López, los ministros de Justicia e Interior de Juan Manuel Santos, las Farc y los políticos cómplices de la entrega del país al narcoterrorismo.
Los miembros de la “cortesana” constitucional, como ya es bien conocido, tienen el trabajo de sentarse con sus costosas togas a hacer negocios con los congresistas, decir sí al tirano presidente, violar la voluntad popular y desconocer al constituyente primario que dicen representar y proteger.
La corte, gracias a la ineficiencia del Congreso de la República y el poder que le ha dado el Ejecutivo, ha tomado el papel de “súper congreso”, legislando sobre los temas que convienen al presidente y frente a los cuales Senado y Cámara no son capaces de tomar decisión.
Una vez se supo del último golpe dado a la democracia, gracias a Dios también hubo contradictores que hicieron sus propuestas para tumbar ese “blindaje”, como el caso de algunos precandidatos y senadores que dicen que mediante una consulta popular o un referendo se podría derrocar este adefesio jurídico, cosa incierta, ya que pese a ser posible, quienes avalarían estos mecanismos de consulta serían el mismo Congreso que apoyó los acuerdos y la Corte Constitucional que tomó la decisión.
El único camino que realmente puede hacer el cambio es una constituyente, propuesta que lleva haciendo el precandidato más fuerte en la derecha: el exprocurador Alejandro Ordóñez Maldonado. Ya son varios meses, incluso años, en los que nos viene advirtiendo lo que hoy día estamos viendo y la única solución que nos queda.
Sensata actuación y propuesta para acabar la ilegitimidad y volver al Estado de derecho que tanto anhelamos. Así que si su candidato le dice que va a hacer cambios al acuerdo, recuérdele que es imposible. Si quiere una solución al ilegitimo pacto del terrorismo apoye a Alejandro Ordóñez.