En una reacción tardía, el Ministerio de Cultura se mostró preocupado por la construcción del proyecto inmobiliario de viviendas de interés social (VIS), llamado Aquarela Multifamiliar, en el barrio Torices de Cartagena, a menos de 200 metros del Castillo San Felipe de Barajas, bien de interés cultural del ámbito Nacional. El proyecto consta de 4 torres de 31 y 32 pisos.
Lo que le preocupa del proyecto —que no es nuevo— a la siempre pusilánime ministra Mariana Garcés es su altura y densidad de implantación, la afectación al entorno, la visual al Castillo y la movilidad en el sector.
Al respecto, según un informe del portal Metro de Cartagena: "[...] se busca estudiar la posibilidad de que se llegue a un acuerdo con los constructores con el propósito de que no sigan construyéndose nuevos pisos. Hasta ayer (5 de octubre), la primera torre del complejo urbanístico, de las seis previstas, contaba ya con 16 niveles". En la mañana de este domingo, el exconcejal y activista social Juan Alies Vergara denunció que en menos de una semena, la obra ya pasó de 16 a 19 pisos.
Coincido con lo dicho por el presidente de la Red de Veedurías Ciudadanas Pablo Bustos en que la clave para bloquear lo que han llamado en la ciudad un "esperpento arquitectónico" está en revisar minuciosamente la actuación del curador número 1 de Cartagena, Ronald Llamas, quien otorgó la licencia de construcción al cuestionado proyecto de la constructora paisa Promotora Calle 47 S.A.
Al inefable e intocable curador Llamas pareció no importarle al momento de otorgar la licencia en 2015 —durante la administración de Dionisio Vélez— el hecho de que erigir moles gigantescas en áreas cercanas a los entornos patrimoniales como el Castillo San Felipe causa un daño irreparable al patrimonio y a la vista de los entornos paisajísticos, históricos y urbanísticos. Sin embargo, el poderoso curador interpreta la ley a su acomodo y justifica su proceder en que no hay ninguna norma dentro del POT que impida ese tipo de obras en dicho predio, entre otras porque cuando otorgó la licencia, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) a través de su director de Patrimonio, Alfonso Cabrera, conceptuó que el predio donde se levantaría el proyecto no hace parte de la zona de influencia del Castillo. Quizá por eso al Mincultura el tema no le despertó ningún temor ni sospecha en su momento. Es más, el POT vigente solo permite edificios de 4 pisos en ese lote, pero resulta que la legislación nacional no establece límites de altura para los proyectos de VIS. Y por jerarquía de las normas, prima la nacional. Hoy van por 19 pisos y pretenden hacer 30.
Hace un par de meses, advertidos del inminente daño a la visual del patrimonio material, el Mincultura, a través de la Resolución Número 1709 modificó la Resolución 043 de 1994, ampliando el área de influencia del Castillo de San Felipe para evitar que situaciones como el Acuarela Multifamiliar se vuelvan a presentar, de tal modo que los proyectos de intervención que pretendan ser desarrollados en el área de influencia definida sean puestos a su consideración. Sin embargo, el Ministerio advierte que la medida tiene carácter transitorio mientras se expide el Plan especial de manejo y protección del Centro Histórico (PEMP), imperioso y necesario documento que lleva más de 12 años de estarse formulando y que parece dormir el sueño de los justos.
Ojalá el alcalde encargado Sergio Londoño y su nuevo secretario de Planeación Irvin Pérez, junto al directora del IPCC, Bertha Arnedo, se pronuncien y actúen al respecto en armonía con lo dispuesto por la dirección de Patrimonio del Mincultura.
¿Ven lo que provoca la corrupción, la desidia, la inoperancia, la interinidad y la inestabilidad política y administrativa?