Dicen que en la historia de las ciudades esta el alma. No se necesita ser una lumbrera para darse cuenta que el mayor atractivo que tiene una ciudad antigua es su centro histórico. Pues bien, al contrario de la hermosa Cartagena que tiene como motor turístico el centro histórico restaurado en su totalidad, la hermosa Santa Marta sufre un abandono total. El centro de la otrora bahía más hermosa de América es un caos, las pocas casonas que han sido restauradas por inversionistas privados se ven disminuidas ante las aguas negras que posan en todas las esquinas de la ciudad, la prostitución a flor de piel, los vagabundos, la basura, la nula acción de los últimos dos alcaldes que al parecer no tiene conciencia de lo que significa el patrimonio histórico de una ciudad da tristeza.
No nos digamos mentiras, el Rodadero es espantoso y no tiene arreglo, y Taganga es un hermoso corregimiento pesquero, pero pequeño y sucio. El grueso del turismo de calidad de Santa Marta está en sus hermosas playas, parques y en el abandonado centro histórico.
La inversión privada y extranjera ha hecho mucho. Es claro que restaurantes, bares, hoteles boutique le han dado un aire señorial a esa hermosa ciudad y aún contra viento y marea los enamorados de ese rincón histórico de Colombia siguen dando la pelea.
Se necesita pues un alcalde como Pablo Vera o Carlos Vives dicen varios; un intelectual o un hombre que comprenda la importancia del centro histórico como patrimonio y riqueza de nuestra ciudad; un hombre culto. Sin embargo, hasta ahora Santa Marta ha tenido puros politiqueros y es por eso que no avanza. Mientras Cartagena en su afamado centro histórico hace festivales de música clásica, ferias de libros aquí seguimos con el desorden y la incultura.
En fin, da dolor ver el estado del centro histórico de Santa Marta. La ciudad más antigua de Colombia merece tener ese espacio de memoria como una tacita de te. Les recomiendo no ir si no quieren sentir el corazón triste de ver cómo los politiqueros han abandonado un lugar que nos pertenece a todos los colombianos.