La Sociedad Minera de Santander, Minesa, radicó ante la Anla el estudio de impacto ambiental para explotar nueve millones de onzas de pirita y cobre. Lo anterior ha generado gran preocupación entre los habitantes de Bucaramanga que se benefician del agua que proviene del páramo de Santurbán. Si bien el proyecto no está dentro de la zona delimitada del páramo, la perforación y lo que implica la explotación en busca de minerales junto a la utilización de distintos elementos contaminantes causarían un daño irremediable al ecosistema del páramo que es tan importante por generar y proveer el sagrado líquido.
Pero esta no es la primera vez que una gran compañía minera fija sus proyectos cerca del páramo de Santurbán, en años anteriores la compañía Greystar buscaba explotar cerca de 1100 hectáreas que comprendían territorio dentro y fuera del páramo, lo que inició el debate acerca de la explotación minera cerca o dentro del mismo paramo y ha mantenido en torno a la polémica el páramo de Santurbán en los últimos años. En ese momento afortunadamente no se cedió a lo que buscaba la Greystar, pero nuevamente una multinacional minera pretende explotar minerales cerca al páramo, teniendo impacto sobre su ecosistema y la fragilidad de especies que lo componen.
Para nadie es un secreto que la riqueza que genera la minería es muy alta y a veces beneficia el país y las comunidades, pero en la mayoría de los casos el dinero producto del oro explotado y los demás recursos se van al extranjero. Eso sin contar con el incumplimiento de los proyectos de beneficio social que deben hacer las compañías en “reparo” del daño ambiental.
Lo que nos debe hacer reflexionar si realmente vale destruir ecosistemas de suma importancia por una pequeña piedra de gran valor, contaminar miles de litros de agua en búsqueda de minerales. La respuesta es ciertamente no. Minesa busca explotar el oro de esta región y una vez termine se irá como lo suelen hacer las multinacionales, llevándose el oro y dejándonos con panorama desolador y contaminado.
Esto genera malestar y debe de prohibirse todo tipo de minería cerca de los páramos y en general la minería irresponsable. Es inadmisible que por intereses económicos se pretenda dejar sin un medio ambiente sano a las futuras generaciones. Nuestra verdadera riqueza es la diversidad de fauna, flora y múltiples ecosistemas pero en especial nuestro oro es el agua.