El empréstito es una figura donde los entes territoriales obtienen recursos para satisfacer las necesidades de carácter colectivo de sus habitantes, mediante de la emisión de bonos, títulos de deuda, valores gubernamentales y otras operaciones de crédito público.
El gobierno del Cesar mediante el proyecto de ordenanza No. 0015 de 2017 solicita a la Asamblea Departamental autorización para que el gobernador negocie y contrate un empréstito con un cupo de endeudamiento de hasta por la suma de 150.000 millones de pesos para ser invertidos en la ejecución de proyectos de inversión social de alto impacto para el desarrollo del departamento del Cesar, los cuales serán respaldados con Recursos del Sistema General de Regalías.
Figura admisible, por cuanto es la garantía que ostenta el ente territorial en busca de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, con obras de infraestructura e inversiones de gran impacto social. Sin embargo, lo preocupante y asombroso del proyecto presentado por el gobierno de Franco Ovalle es que el 75% del valor del empréstito será invertido en Valledupar, palabras más palabras menos 113.000 millones de pesos serán para la capital y el restante 25%, 37.000 millones de pesos para ser distribuidos en los demás municipios del departamento.
Estamos de acuerdo que Valledupar requiere de inversión que garantice su desarrollo y progreso, pero a la vez contemplamos que los demás municipios del Cesar también están urgidos de inversiones y obras que le permitan satisfacer sus necesidades básicas insatisfechas, por eso somos partidarios que se debe priorizar la inversión de estos recursos y distribuir de manera incluyente y equitativa en todo el departamento.
Pues a la luz de una capital ungida de inversión, está la inadmisible faceta de otros municipios huérfanos de la misma, habida cuenta que muchos de estos no cuentan con una infraestructura educativa adecuada que permita una mejor calidad educativa y estemos pensando convertir a Colombia en el país más educado. Además, es insostenible que muchos de nuestros hospitales presenten un gran déficit fiscal y falta de dotación contribuyendo a la prestación de un pésimo servicio, poniendo en riesgo la salud y vida de una inmensa cantidad de cesarences.
Cómo podemos pensar en una mejor calidad de vida de nuestra gente, si no se cuenta con un saneamiento básico idóneo o un sistema de acueducto que le permita consumir un agua de calidad y apta para el consumo. Cómo pretendemos reactivar el sector agropecuario si nuestra red vial se encuentra en mal estado, negándole a nuestros campesinos la posibilidad de comercializar sus productos.
En buena hora se ha suscrito un empréstito para que la inclusión efectiva y oportuna en inversión para el sur del departamento sea el tejido inicial en la construcción de un territorio justo y equitativo, donde la bandera de la esperanza para continuar unidos se enarbole convencidos que el departamento somos todos. Por esto, no sigamos segregando y abriendo más brechas entre el norte y el sur del Cesar, tengamos sentido de pertenencia y conciencia de que el derecho a recursos e inversiones es para todo el Cesar, convirtiéndolo así en un departamento próspero, desarrollado y competitivo.
Por eso desde el sur del Cesar hacemos un llamado al gobierno departamental para que reconsidere la inversión de los recursos del empréstito solicitado, tenga en cuenta nuestra región que por años ha esperado pacientemente disfrutar de la inversión y obras del departamento, y no la siga condenando al abandono y olvido.
