Jaime Bayly, baluarte del periodismo de derecha, entrevistó en la noche del 28 de agosto al exprocurador. Después de haberle echado flores y de que Ordóñez se mostrara como el paladín que salvará a Colombia del castrochavista (¿?), el peruano decidió acorralar a Ordóñez y le preguntó por qué le decían Obispo en redes sociales y si era verdad que se llevaba mal con los homosexuales. Bayly reconoció que tenía dudas de poder entablar un diálogo por su posición fundamentalista ya que, para muchos de sus detractores, el periodista no es más que un homosexual promiscuo.
Ordóñez se salió del cerco y reconoció que había nombrado a varios gays en altos cargos de la Procuraduría y que incluso tenía amigos homosexuales. Ahora, yo me pregunto, ¿el exprocurador no nos estará mintiendo? Fuimos testigos de la persecución legal a la comunidad LGBTI, como los acorraló con sus declaraciones y sus medidas. Ordóñez es tan de derecha que en la misma entrevista con Jaime Bayly se atrevió a decir que Vargas Lleras era de izquierda light, un tipo lefebvrista que aún va a misas con latín, un hombre que se azota con un látigo por sus pecados y se amarra un cable en la cintura para que le perdonen sus faltas de católicos.
No creemos que Alejandro Ordóñez tenga amigos gays. Es más, no creo que Ordóñez tenga amigos. Sus compromisos políticos y religiosos lo impiden. Él es un fanático y cree que ser gay es un pecado abominable. Cuando llegue al poder no solo destruirá los acuerdos de paz sino todas las libertades. Qué miedo me dan Ordóñez y todos sus seguidores