Hace dos semanas, la fiscal venezolana Luisa Ortega tuvo que salir en motocicleta del Ministerio Público luego de que la Guardia Nacional Bolivariana no la dejara entrar. a su oficina, un día después de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente que decretó su destitución.
La Fiscal había denunciado la constituyente como un “fraude”. Logró escapar a la persecución del régimen de Maduro que buscaba detenerla y enviarla a la cárcel, igual que a su esposo, de quien no se sabe su suerte.
Luisa Ortega salió en una lancha a Aruba y de ahí tomó un vuelo privado que la trajo a Bogotá donde le solicitará asilo al gobierno colombiano. Santos tiene la palabra